Hoy traigo una pregunta o tal vez una reflexión.
Hace unas semanas, vi por Facebook un vídeo en el que se
podía comprobar como un escritor autopublicado o amazónico (para los amigos)
era invitado por una cadena regional para, supuestamente, ser entrevistado y
durante la misma se le trató bastante mal, dando a entender que una persona que auto-publica su trabajo, no debe ser considerado un escritor como tal, pues en
principio no pasaría por la dura exigencia de ser apoyado por una editorial y
no alcanzaría el nivel mínimo de calidad de la obra, entre otras cosas... he estado buscando el enlace para ponerlo aquí, pero no lo he encontrado, lo siento...
Yo soy autopublicada y voy a contar mi experiencia.
Para ser sincera, no he de obviar que a la mayoría de los
escritores nos encantaría poder tener el apoyo de una gran editorial y gozar de
todos los “privilegios” que eso supone, pero auto-publicar no significa que el
autor no tenga potencial o no sea bueno en su trabajo, o sus historias no
tengan el suficiente nivel.
Partimos desde aquí y
sin olvidar que el mercado está plagado de grandes libros y grandes autores/as
y por mucho que queramos, no podemos leer todo lo que nos gustaría.
Yo antes de decidirme por amazon envié mi manuscrito a
varias editoriales. No todas me contestaron y las que sí lo hicieron me
ofrecieron coedición, alegando que no podían arriesgarse a publicar a una
escritora novel.
El día que recibí el primer e-mail en el que anunciaban que
mi manuscrito había pasado las pruebas y era apto para publicar, me sentí tan
feliz que creí que me subía por las paredes, luego me vino el bajón.
Para poder
publicar me enviaron un presupuesto en el que se incluye corrección,
maquetación, diseño de portada, 500 unidades publicadas, 200 para mí, 200 para
la editorial y 100 para beneficios y un sinfín de cosas más, luego, el
presupuesto se dividiría en dos, yo aportaría una mitad y la editorial la otra
mitad. Me aseguraron que mi inversión sería recuperada casi en su totalidad en
cuanto se hubieran vendido 200 unidades, los siguientes libros que vendiéramos serían
beneficios.
Así que yo me puse a pensar (sí, de vez en cuando lo hago,
no se me da nada mal, la verdad).
Mi manuscrito era bueno si yo aportaba una buena cantidad de
dinero, luego para recuperarlo tendría que vender 200 unidades del mismo, la
editorial me aseguraba que no era muy difícil, pero yo no estaba tan segura, ¿y
si no era capaz de venderlos? O ¿y si tardaba dos años o más en conseguir
recuperar el dinero? ¿Y si…? Muchas interrogantes y el lógico miedo a invertir
un dinero, que en los tiempos que corren, no sabía si en un futuro podría
necesitar.
Luego, investigando por la red y hablando con compañeros/as
me enteré de que hay editoriales que te obligan a vender un número determinado
en un tiempo máximo, si no lo consigues debes pagarlos tú con tu propio dinero
y que el apoyo que en principio te ofrecen, brilla por su ausencia. Esto sumado
a un montón de experiencias más que me contaron, me hizo decantarme al final
por amazon.
Consejo: “Leer muy bien el contrato, sobre todo la letra
pequeña y la minúscula y si tienes dudas, no hay nada mejor como pasar el
contrato a un abogado y que él te lo explique, así se ahorra mucho trabajo y
muchos problemas”
Bien, si yo hubiese arriesgado, me hubiese desprendido de mi
dinero y hubiese pagado por que publicaran mi libro, estaría en la lista de
autores publicados con editorial. Mi libro sería el mismo, la historia sería la
misma, la autora sería la misma, pero el resultado sería que habría pasado a
otro nivel, al de escritora-escritora.
¿Es esto justo?
Mi categoría como escritora habría ascendido un peldaño, si
los libros se vendieran bien y recuperara mi inversión, el siguiente manuscrito
iría por el mismo camino. Dos libros publicados y los dos con editorial en un
año, yo pasaría a ser lo más, ¿eso me convertiría en una escritora de verdad? Una
escritora, escritora, quiero decir que podría poner en mi curriculum que soy “escritora”
y tal vez la gente me miraría de otra manera y mis libros se venderían más (¿o
no?) y yo no tendría que ir buscándome la vida para que una librería me conceda
el honor de que uno de mis libros sea expuesto en su escaparate.


Sin duda yo con esto no quiero decir que todas las
editoriales sean iguales, ni todas malas ni todas buenas, y tampoco afirmo que
todos los libros autopublicados sean de nivel o estén bien escritos, bien
corregidos, bien maquetados o que su portada sea mínimamente aceptable, no
puedo, he leído y visto cada uno que me quita el sentido… pero también han
caído algunos en mis manos (ahora no hablo de mí) que serían dignos de ocupar
cualquier estantería, de cualquier biblioteca, sin envidiar absolutamente nada
a ningún libro escrito por un autor de renombre, tal es su prosa, su trabajo,
su historia, su corrección, su maquetación y hay cada portada que me quita el
aliento, y podemos hablar del género literario que más os guste. Hay grandes
escritores auto-publicados que escriben romántica, thriller, ciencia-ficción,
historia y cualquier otro género, que no tienen nada que envidiar a Nora
Roberts, J.R. Ward, Ken Follett, y ni que decir de la más vendida a nivel
mundial E.L. James.
Y por el contrario, he leído libros publicados por editoriales que me han parecido una patata, imposibles de tragar.
Por eso me cuestiono si realmente publicar con editorial
es fundamental para poder considerarte un escritor, yo de momento y a la vista
de la situación, no lo soy, soy una pobre autora de una novela romántica que ha
decidido autopublicar su trabajo.
Pero me llevo el honor y la satisfacción de que la inmensa mayoría
de las personas que han leído mi obra, me han comentado lo mucho que le gustó
la historia, lo que las enganchó y lo que disfrutaron leyendo mis tonterías.
Ahora yo me pregunto ¿cuándo a un escritor se le puede
considerar escritor?
Mi sincera opinión es que todo aquel/la que nos haga
disfrutar con sus historias, que nos llegue al alma, que nos haga reír, llorar,
nos emocione, es un escritor/a, independientemente de la forma en la que ha
publicado su obra.
¿Cuál es vuestra opinión?
PD: Lo aquí expuesto es mi opinión personal, sin ánimo de
ofender a nadie ni de generalizar, en base a mi propia experiencia. Todos los comentarios son bienvenidos siempre y cuando sean respetuosos, sin insultos ni agravios.