MÚSICA Y MICRORELATO

Creo que la música es muy especial para escribir, y cuando una canción me gusta no puedo sacarla de mi mente y me persigue a todos lados. Hoy quiero compartir una de esas canciones que me encantan. La letra me inspira mucho, tanto que hace tiempo escribí un pequeño relato inspirado en esa canción. Os dejo la canción, espero que os guste:


Y ahora mi relato:

VUELVE

Estoy en la cama echada, mirando el techo y preguntándome si volverás de nuevo a mí. Aunque pienso que ya es tarde para mí, he tenido mucho tiempo y ahora el silencio me embarga y me destruye por dentro. Han sido tantas las veces que he podido decirte esas palabras que ya ni me acuerdo, pero algo me detenía… quizás el temor a no ser correspondida.

Ese miedo es ahora el que me está destruyendo poco a poco. Anhelo tus besos con sabor a caramelo. Tu aroma me invade y me presiona, ¿cómo es posible añorar un aroma?
Se añoran los besos, las palabras, las caricias…pero un olor. Pues eso es lo que siento, cuando me levanto por las mañanas aun puedo verte estirado en la cama y con las sábanas prendidas de ti…es algo que no consigo olvidar.
Ahora sé lo que es sentirse vacía y sola, y me aterra sentirlo tan de cerca. No me atrevo a levantarme, parezco un muerto en vida.

De pronto en la soledad de la habitación una luz me sorprende y me doy cuenta de que me miras a los ojos. Estás aquí, has vuelto y la voz no sale de mi garganta. Nuestros miradas se quedan prendidas durante lo que a mi se me antojan horas. Esos ojos oscuros que saben mirarme más allá de todo y ven dentro de mí.


-Te quiero –una sonrisa empieza a asomar a tu perfecto rostro y echas la cabeza hacia atrás en un gesto de alegría.
-No sabes las veces que he esperado que me dijeras esas palabras –ahora soy yo la que sonríe como una tonta, incapaz de moverme del sitio.
-Estos días sin ti, han sido un infierno –te acercas y te sientas a mi lado. Tu mano acaricia mi rostro dejando el calor de tu toque bajo mi piel.
-No te imaginas lo mal que lo he pasado.
-No quiero que te marches nunca más –asientes con la cabeza mientras te acercas a mi oído. Tu aliento eriza mi piel, pero son tus palabras las que se funden en mi alma.
-No lo pienso hacer. Te amo, princesa.


Fin

©Raquel Campos

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Arman en su entrada de esta semana, nos ha hecho ver que todos pasamos por las mismas cosas de una manera o de otra.

Los que tienen más ego, se desinflan antes, porque como todos sabéis el ego esta hecho de aire caliente. 

Luego estamos los que tenemos mala leshe, que cuando nos pinchan sale nitroglicerina, no porque pensemos que nuestra obra no merece crítica, sino porque pensamos... " quien eres tu, pa mirarme así .. que te doyyyyy.... rebota y rebota y en tu cucu explota", por supuesto no hemos llegado a ese estado de sensatez y madurez de manera natural... hay que trabajar mucho.


Así que vestiros con vuestro mejor callo, (callo de pie, no de cállate la boca) y volar.

Quieres escribir? Escribe, quieres dibujar? Dibuja, quieres no hacer nada... ??? Eres un nini???. Y no lo digo por nuestra amiga Ninive, que ella siempre esta metida en cosas.

Para sonreír no hacen falta motivos, solo costumbre.



En los tiempos difíciles que nos toca vivir, siempre hay un espacio para que se cuelen los sueños.

Mi experiencia con la auto-publicación 1º Parte: INICIO Y MAQUETACIÓN

Hola mis queridos lectores, como mucho ya sabréis, y si no lo sabéis yo os lo explico, mi libro "Sentencia de Amor" ya está a la venta en Amazon.com y Amazon.es (Si clikáis encima os llevará directamente al enlace de compra).



Ha sido un arduo trabajo, y la inexperiencia ha hecho que sea más complicado aún.
He decidido compartir esa experiencia con vosotros para que lo tengáis un poquito más fácil por si queréis usar ese método para publicar.

1ºPaso: 

Lo primero que tenéis que tener claro es que cuando termináis de escribir vuestra obra, la tenéis que repasar y corregir, yo en este caso conté con la ayuda de Trinity P. Silver.

2ºPaso:
Una vez hecho esto tenéis que registrar la obra, ¿Cómo se hace? ¿Qué requisitos os piden? ¿Cuánto cuesta?

Depende de la provincia donde estéis viviendo os puede costar más o menos, en Barcelona inscribir una obra cuesta alrededor de 5,40 €, por Madrid y otras ciudades supera los 12€ o 13€.


En Barcelona encontraréis el registro en la calle Muntaner nº221, (queda cerca de la calle Londres) y el teléfono para más información es: 93. 363. 28. 75

Pero siempre podéis buscar en Google el registro que os queda más cerca de vuestro pueblo o ciudad.

Lo que a mí me solicitaron fue que el manuscrito tuviera en la primera página el título de la obra, mi nombre real y debajo entre paréntesis poner Seudónimo y cual es, también había que encuadernarlo y llevar una fotocopia de mi DNI. (Lo podéis poner con letra más pequeña y con el interlineado sencillo para que ocupe menos páginas y os cueste menos la encuadernación, a ellos eso les da igual)

Allí te hacen firmar en la primera, en una del interior y en la última página del manuscrito, también hay que rellenar un formulario muy sencillo.


Pero se novata se paga. El funcionario me comentó que se puede hacer vía 
online, que es más sencillo. Casi que habría sido lo mejor para evitarme hacer dos horas de trayecto y gastar en gasolina, tren, metro y tiempo, encima que pagué casi 12€ de encuadernación.

La dirección se me olvidó preguntársela, así que cuando pueda llamo, pregunto y la subo en esta entrada.
Lo que sí me informó es que se hace con la firma digital, para los que tenéis el DNI actual, la podéis solicitar en la policía donde los hacen.

3º Paso:

Tenéis que decidir que hacéis con vuestra obra: presentarla a un concurso, enviarla a una editorial o auto-publicarla. 
Yo me decidí por está última, más que nada porque no tengo demasiada paciencia, y quería tener mi libro en mis manos lo antes posible, además que ese es mi primer sueño.
No os negaré que otro de mis sueños por cumplir es publicar algún día con una editorial, pero ese no era el primero como ya os he dicho.

Si os decidís por la auto-publicación hay varios métodos, yo escogí publicar por Amazon, ya que no hay que hacer ninguna inversión monetaria y mi libro está disponible en todo el globo terráqueo.




4º Paso:

Registrarte en CreasteSpace.

Primero tenéis que registraros en su página web. (El registro es muy sencillo)




Normalmente os saldrá en inglés, pero con internet explorer lo he podido traducir, aunque nada más.
Os da ha seleccionar dos cosas, País que por supuesto tenéis que poner en el que residís  y la otra opción es ¿Qué tipo de medios de comunicación ¿Está considerando la editorial?(What type of media are you considering publishing?).

Si es un Libro debéis seleccionar: Libro (Book)

Una vez hecho esto recibiréis en vuestro correo un mail de confirmación.

5ºPaso:
Conseguir la plantilla para la maquetación de nuestro libro.

Habría que hacer unos cuantos pasos, hasta llegar a la parte de la maquetación donde CresteSpace nos daría el link de descarga de las maquetas, pero para ahorraros ese proceso os pongo el link aquí y así podéis ir más rápidos y comenzar vuestra maquetación antes completar los demás pasos.

Hay varias opciones de tamaños, la que os he marcado con X en rojo es la que yo escogí, y la que os he marcado en negro es la que han escogido mis plumillas Arman y Lury para sus libros.


Le dais y se os descargará en vuestro equipo, cuando la abráis tenéis que configurar varias cosas y tener otras en cuenta.

6ºPaso:
Configurar la plantilla.

Os vais a ir a márgenes (recordad que yo os estoy explicando mi experiencia y mis métodos, son solo unos consejillos, luego vosotros podéis hacerlo como mejor os guste).

Tenéis que darle a donde pone Reflejado, y después a personalizar márgenes.

Yo le puse los siguientes (pero depende de muchas cosas) os pongo estos de forma orientativa: 

Superior: 2 cm                   Inferior: 2 cm
Interior: 2 cm o 2,5cm       Exterior: 1,5 cm o 2 cm 

Después os vais a Inicio/ Párrafo:

Yo puse los parámetros que se muestran en esta imagen.

En la pestaña de insertar tenéis los saltos de página, para que al escribir no se os mueva el capítulo, y lo números a pie de página, así podréis controlar mejor donde va cada cosa.

En la primera página no os debe salir el número, a partir de la segunda ya os saldrán los números, empezando por el 2.

Ya estáis listos para copiar y pegar (pegar texto sin formato) vuestro documento en la plantilla del CreateSpace.

A continuación tenéis que tener en cuenta lo siguiente:

La 1º y la 2º página siempre van ha ir en blanco (no debéis escribir nada en ellas)

La 3º página va el título y vuestro nombre de autor (Podéis ponerlo en letra más grande para que destaque)

En la 4º página irán los derechos del Copyright, nombre del autor, primera edición, ISBN etc...

Ejemplo:

Título original: © (ponéis el título)

© (Aquí iría el nombre del autor)
© (la edición, ejemplo: Primera edición, junio 2013)
Diseño de cubierta: © (Quién la ha diseñado)
Imagen de portada: © (si es una imagen externa o una persona en concreto)
(Los ISBN os los proporcionan gratis en CreateSpace o podéis poner los vuestros)
     ISBN-13:  
     ISBN-10: 

Todos los derechos reservados. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita y legal de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

En la 5º página podéis poner una dedicatoria.

La 6º página iría en blanco (no escribir nada)

En la 7º página iría el indice, aunque a veces ocupa también la página 8º

Yo en la página 9º puse la cita de un escritor, en mi caso fue de Julio Verne, pero en internet podéis buscar citas y frases de otros escritores, las cuales vayan acorde con el contenido de vuestro libro.

Yo comencé con el Prólogo en la página 11º, acordaros de poner los títulos de capítulo en estilos, así lo tendréis más fácil para luego hacer el indice.

Al final del libro, cuando terminé la historia, puse los agradecimientos, aunque mucha gente prefiere ponerlos al inicio, pero yo aproveché también para poner mis enlaces y mi información de contacto.
Como Blogs de autora utilizaré está página del Club, también La Pared de La Guarida y mi página del facebook aquí.


ADVERTENCIA: Todos los capítulos tienes que comenzar en página impar, al igual que cuando terminéis el libro tiene que terminar la maqueta en página impar, que puede estar escrita o blanco.

Tener cuidado también con la letra, yo use la Times Roman nº 12, hay muchas letras que no se admiten a la hora de subir el libro, la que sí se con certeza que admite aparte de la ya mencionada, son la Calibria, y la Book antigua.

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Creo que no se me ha olvidado nada, espero que os haya ayudado de alguna manera, cuando yo empecé con el createSpace iba muy perdida, y con la maquetación del libro ni os cuento, pero tuve mucha ayuda por parte de María Border y mi Plumilla Arman a las que agradezco de corazón su tiempo y paciencia conmigo.
No soy una experta en el tema, por eso todo lo que os he explicado ha sido desde mi propia experiencia o inexperiencia.

Si tenéis algún consejo es bienvenido, si queréis añadir algo más también es de agradecer.

Próximamente os traeré varias entradas con los pasos a seguir para subir y publicar vuestras obras.


Muchos saludos a todos. Nos leemos Pronto.

© Dama N. Prayton


DESVARÍOS

Hoy me vais a perdonar, pero he tenido una semana de vértigo y no he podido continuar con el siguiente capítulo de La Deuda y espero, en consecuencia, que me deis vuestro permiso para poder divagar a mi antojo.

Comienzo divagación:

Con ilusión, la misma que sintiera para mí misma, veo como mis compañeras se enfrascan en la dura aventura de la autopublicación.
No hay nada para un escritor, como ver su obra publicada. Poder coger tu libro, que antes era una simple ilusión, transformado en algo real, palpable. Cogerlo, olerlo, abrirlo, mirarlo, elegir ese sitio privilegiado en la biblioteca donde colocarlo para que quede perfecto… son unas sensaciones realmente maravillosas, nada comparable, nada imaginable.


Yo, cuando publiqué Grandes Secretos Desvelados y lo vi por fin, no pude parar de llorar. Sí que es cierto que tal vez, para mí, la sola idea de publicar se me antojaba lejana, fantasiosa. Escribí la novela sin ánimo de que llegara a ver la luz algún día, fue como un medio de sanación, de mantenerme cuerda en los peores momentos, fue la forma en la que yo me podía expresar y liberar mi mente, de relajarme y olvidarme de todo lo malo que me rodeaba, por eso nació Sara, le di vida a través de mi corazón, la hice sentir, sufrir, llorar, amar… intentando describir sentimientos y sensaciones en una hoja de papel.



Por eso Grandes secretos desvelados es una historia simple, sin grandes enrevesados, empleé mi tiempo en plasmar más los sentimientos que en inventarme una súper historia, con muchos personajes y altibajos increíbles e inesperados. También escribí desde la inexperiencia, me sentaba frente al ordenador y contaba todo lo que pasaba por mi mente. Fue mi vía de escape y hoy la veo en el escaparate de una librería y es tanta la emoción que me olvidé por completo de lo que me hizo escribirla.

Después llega el arduo trabajo, yo cuando la publiqué, suspiré, me liberé. Sentí que mi trabajo ya había terminado, mi ilusión se había realizado. Nada más lejos de la realidad. Una vez publicada es cuando realmente comienza el trabajo.

Tienes que vender tu obra, hacer que esté al alcance de mucha gente, darla a conocer, promocionarla, pero eso sí, intentando no agobiar, no saturar.

Y después las reacciones de los/as lectores/as.

Debido a mi forma de ser, acepto bien las críticas, tal vez porque no tengo la suficiente autoestima como para creer que mi historia es buena, pero cuando un/a lector/a te llama o te escribe, o simplemente te ve por la calle y te para, para decirte que la historia le ha encantado, que les he hecho llorar, que se han visto identificados con los personajes, sus sentimientos, sus reacciones… eso, eso amigos/as, no tiene precio. Es tanta la satisfacción, es tanta la alegría que por unos segundos me olvido de mi timidez y mi baja autoestima y disfruto, disfruto como una niña que por fin ha conseguido realizar su sueño, disfruto de sentirme realizada y orgullosa del trabajo bien hecho. Siento que por fin todo el esfuerzo, todo el trabajo merece la pena. Con que mi historia le guste a una persona ya me doy por satisfecha ;)

Una de las opiniones que más me han gustado fue la de un hombre, tal vez porque yo supuse que mi historia está escrita más para el sexo femenino, pero cuando ese hombre me dijo que se había emocionado, que se había partido de risa, que había disfrutado de la lectura y me dijo que publicara ya el segundo libro que estaba deseando comprarlo, me sentí volar. Para todas las que dudéis, ese hombre no es de mi familia, ni siquiera es conocido mío, sino de mi marido.

Hoy me enfrasco en la aventura de una nueva historia, pero desde otro punto de vista. Intento que sea original, que enganche, que guste, me exijo más y trabajo muchísimo más. Me voy a la cama dando vueltas a la historia, buscando giros inesperados, personajes buenos y malos, invento vidas, situaciones, diálogos. Mi mente está en continuo trabajo así que duermo muy poco o casi nada.

Para una persona que vive sola no es ningún problema, pero para mí lo es, es un GRAN problema. Aunque estoy sentada en el sofá viendo la tele y aparentemente escucho y presto atención, no es cierto. Veo, hablo, contesto, pero no soy yo, yo estoy pensando, dando vueltas e imaginando cosas. Luego vienen los malentendidos.




Hija -Mamá, te dije que necesitaba un cuaderno.

Yo -Lo siento hija, se me olvidó.

Hija -Mamá, te dije que necesitaba ese pantalón.

Yo -Lo siento hija, no me di cuenta.

Hija -Mamá, ¿no te acuerdas que te di el papel para que lo firmaras?

Yo -Ups… se me olvidó…

Marido -Pero si te avisé de que este finde habíamos quedado.

Yo -¿En serio? Pues no me acuerdo.

Yo -¿Alguien sabe dónde están mis gafas? ¿Y mi móvil? ¿Y mis llaves?...

Y así puedo estar días enteros. Y mi despiste puede durar meses enteros, por lo que los míos se arman de paciencia y simplemente procuran ayudarme no dándome muchas cosas en las que pensar a la vez, porque seguramente las olvide.

Y luego está la parte en la que las musas deciden aparecer cuando menos te lo esperas. Ellas, caprichosas como son, llaman a mi puerta cuando estoy a punto de quedarme dormida, por lo que me espabilo y apunto todo lo que ellas tengan a bien concederme, aprovechando al máximo, aunque eso suponga dormir apenas tres horas. O en esos "maravillosos" momentos, cuando se celebra una reunión familiar y yo me veo inmersa en nuevas escenas y me distraigo, dejo de prestar atención a los familiares y sus conversaciones y me concentro en recordar y apuntar todo lo que pasa por mi mente. Alzo la vista y todos están mirándome como si fuera un bicho raro, tal vez lo sea… Y que decir tiene cuando deciden aparecer mientras estoy conduciendo, estos momentos me llenan de rabia, porque no puedo apuntar las cosas y tengo que memorizarlas y las repito una y otra vez para que no se me olviden, y en cuanto tengo un momento salgo pitando a escribirlas…

¡Qué dura es la vida del escritor!

Pero no cambiaría absolutamente nada de nada, porque esto es lo que soy, soy escritora, narradora de historias, soy pura imaginación, vivo en lugares increíbles, conozco a gente maravillosa, me enamoro como la primera vez, miles de veces, y doy el primer beso otras tantas. Puedo volar, pelear, manejar espadas, pilotar aviones, montar a caballo sin silla de montar, ponerme de pie sobre el animal y galopar tan rápido como el viento. Puedo hacer esto y muchas cosas más, porque estoy hecha de palabras, vivo de sueños una y mil vidas.








Soy escritora. 


Eso es lo que soy.







© Arman Lourenço Trindade

UNA PORTADA DESEADA Y UNA NUEVA AVENTURA

Hola a tod@s.

Interrumpo el rumbo de mis entradas anteriores para enseñaros algo que me tiene de nuevo emocionada.

Desde siempre me han gustado mucho las portadas de los libros y he de decir que me inclino mucho a comprar un libro por si me seduce la imagen. Creo que la portada es el alma del libro y de ella depende mucho todo. Cuando salió mi libro "Towerbridge. Un amor en el tiempo" me desencanté un poco porque la portada no me decía nada de nada. No habían sabido captar el espíritu del libro y me hundí un poco en la aventura de publicar con una editorial.
Ahora meses después y gracias al apoyo de muchas compañeras y amigas que me han apoyado para que continúe adelante, puedo presentaros por fin la nueva cara de mi novela.
Por facebook he estado publicando una serie de montajes con la cara de los protagonistas, mi relación con el photoshop empieza a ir bien y me gustan las cositas que hago, aunque poco a poco y con mucho trabajo.

Ahora sí, quiero presentaros a los protagonistas de "Un amor en el tiempo", sí, le he cambiado el título porque creo que era muy largo y es más fácil recordar un título sencillo y corto y creo que este resume a la perfección lo que encierra el libro.

Keith McDermott y Josephine Marshall


Marcus Sheridan y Maryan Hayes


Estas imágenes me encantan y me parecen perfectas para mis personajes. Ahora viene el turno de la portada.

Quiero agradecer a Valerie Miller y a Mimi Romanz por su ayuda y paciencia, además de profesionalidad. Chicas habías sabido atrapar el alma de mi historia, esta sí que es la portada con la que siempre había soñado!!!!!!


Y como mi ilusión es subirla amazon y embarcarme en una nueva aventura, la han terminado así:


Me encanta, no podría ser de otra forma. Espero que os guste tanto como a mí. En la próxima entrada os enseñaré el booktrailer en el que estoy trabajando. Y os espero próximamente en amazon!!!





Haciendo un nido donde soñar sueños


Para todos aquellos que quisierais escribir, que os asusta no gustar, o no encontrar gente que os lea. Debéis tener en cuenta el refranero español.

Siempre hay un roto para un descosido... el que la sigue la consigue.

No escribáis pensando en la gente sino en vosotros mismos. Si quieres conseguir un premio príncipe de Asturias o un nobel de literatura, olvídate de los subgéneros.

La romántica, la novela negra, la ciencia ficción la escriben y la leen aquellos que no pretenden impresionar a nadie, simplemente gozar con algo tan simple como la imaginación. 
En algunos casos, como en la romántica, la imaginación de escritor y lector consiste en hacer sentir e imaginar las emociones de los protagonistas y el resto de los personajes, es una novela de emociones y sentimientos, sabiendo además, que por muy mal que lo pongamos, el final es feliz, para despedir el libro con una sonrisa chocolatera.

La novela negra, consiste en mantenernos en vilo respecto de los malos y los buenos, a veces acaba bien, otras no, y la mayoría nos deja con finales alternativos en la cabeza.

En la ciencia ficción cabe todo. Es maravillosa.

Si escribes han de saber donde quieres colocar tu nido, y después volar.

Gotas de Tinta 4º Parte por Dama N. Prayton

El Juego del escondite:
El juego llega a su fin cuando todas las personas son capturadas.


A veces una se esconde para que no la encuentren nunca.


El Pilla pilla, es un juego donde los participantes corren y otro los intenta pillar o en este caso cazar. También podría llamarse el cazador... Y ya puestos el monstruo que me persigue.



Gotas de Tinta 4º Parte ¿Jugando al Escondite o al Pilla pilla?.   

Jugar al escondite con un monstruo apestoso no es lo que yo me imaginaba para pasar el sábado por la tarde.
Corrí cuanto pude, pero correr en una biblioteca donde hay carritos repletos de libros, estanterías por doquier entre otras cosas no es nada fácil.
El monstruo armada tal escándalo que me extrañaba que Susana, la directora de la biblioteca, no saliera de su despacho para averiguar que estaba pasando.
Ya sé lo que piensas, que podría a ver ido allí a pedirle ayuda, pero resulta que su despacho queda delante de uno de los mostradores que están cerca de la entrada y como comprenderás si no podía salir tampoco podía acceder a él.

Al cabo de diez minutos me di cuenta que yo no estaba hecha para el ejercicio físico. Decidí buscar diferentes escondites, pero no sabes lo que te vas a encontrar hasta que te das de morros contra ello.

Me metí debajo de una de las mesas más grandes que había por allí, era muy larga y abarcaba casi todo el centro de la zona donde se encontraban los libros de consulta, entre otros. Su grosor también era considerable ya que era muy antigua, aunque dudo que algunos de los visitantes de la biblioteca tuviesen mucho respeto por las antigüedades, tenía chicles enganchados por debajo, tuve mucho cuidado de que mi pelo no rozara con ninguno, ya solo me faltaba, para completad mi look, algo pegajoso en el pelo.

Al cabo de lo que me pareció una eternidad el monstruo se dejó de oír, dejé escapar el aire que no pensé que retuviera, mi corazón empezó a latir aliviado. Pero no me duró mucho tiempo ya que escuche un siseo detrás de mí. 
Sabes eso que le dices a la protagonista, que siempre resulta ser una chica, cuando ves una película de terror o suspense "no te gires, no te gires", pues yo me giré.

Vi dos ojos rojos que resplandecían en la oscuridad e intenté salir de allí tan rápido como pude, lo malo fue que me quedé pegada a uno de los chicles, y no conseguía sacármelo del pelo, y el bicho ese o lo que fuera se acercaba peligrosamente y yo intentando despegar esa cosa pringosa de mí pelo, el siseo  cada vez estaba más cerca, y yo venga a tirar y a tirar, y esa cosa estaba ya muy cerca, tanto que en otro de sus siseos su lengua viperina me rozó la pierna, pegué un grito que retumbó en toda la estancia, mientras de un tirón me arranqué un trozo de mi bonito pelo. 

Salí tan deprisa que me pegué un porrazo con la mesa al levantarme. 
Corrí y me escondí detrás de una columna lo más alejada posible de la mesa.
Me asomé con la respiración todavía jadeante, y un dolor de cabeza que se me propagaba por todo el cráneo, si el golpe me lo hubiese dado al principio de mis locuras podría haberle achacado todo cuanto me sucedió, pero como yo ya había perdido el norte y me había deschavetado no podía poner excusas baratas.

Resultó ser un lagarto tamaño XXL y seguía allí debajo de la mesa observando algo no supe descifrar el qué, pero por suerte no me miraba a mí.
Suspiré algo aliviada, pero cuando me miré la pierna donde su asquerosa lengua me había rozado, descubrí una enorme mancha de tinta azul, aquello ya me estaba empezando a mosquear, no entendía nada de lo que sucedía, no entendía las apariciones y desapariciones de esas cosas extravagantes, pero tampoco podía entender qué tenía que ver esa especie de tinta.

Si hasta ahora no has pensado que estaba loca, prepárate para lo que viene a continuación, pensé que la tinta era muy extraña, tenía tinta por varias partes de mi cuerpo, me di cuenta que incluso tenía un poco en la mejilla, y a mí no se me ocurrió otra cosa que hacer que limpiarme con la legua, como cuando te comes un helado de chocolate y te lo lames, pues igual... El caso es que cuando me di cuenta, porque una hace las cosas inconscientemente, pensé "Por Dios, que asco", pero lo malo es que sabía bien, no sabía a boli, ni ha tinta de pulpo, sabía a una mezcla de caramelo de menta con miel y algo picante pero no sabría decirte a qué exactamente.
Hubo una especie de explosión en mi estómago y me contraje de dolor, porque a pesar de tener buen gusto, no dejaba de ser tinta, y me puse tan mala que pensé que me moría. 
Estuve un buen rato encogida sobre mi misma hasta que volví a escuchar el rugido descomunal del monstruo, el grandote de la baba verde. 

Vi como el lagarto, que había salido de debajo de la mesa, se metía corriendo en un libro que estaba situado encima de esta, no sé como llegó hasta allí, y tampoco me puse a averiguarlo, y lo vi desvanecerse. La impresión me duro lo que canta un gallo, no tenía tiempo de alucinar ni de cotillear el título del libro, tampoco me importaba, lo único que quería era escapar de allí, pero me era bastante difícil mantenerme en pie a causa de los calambres y los espasmos que estaba sufriendo mi estómago. 

El miedo a que me descubriera era mayor que el dolor que sentía en mis entrañas, así que corrí como pude y cuanto pude. Me escondí en una habitación amueblada con dos sillones orejeros y un enooorme mapamundi, creo que estaba en una sala especial dedicada a los viajes, a mapas o ese tipo de cosas.
Aunque no tardé en descubrir que era.

Me senté en uno de los sillones, bueno más bien me encogí en él, cerré los ojos y esperé que el monstruo no me encontrara.
Al cabo de un rato abrí los ojos y me quedé atónita cuando me vi rodeada de agua, pero no un charquito no, estaba en medio del mar.
En esos momentos yo era espectadora de como Colón arribó a américa, en serio te lo prometo no pongas esa cara, lo vi con estos ojitos que tengo encima de mi nariz.
Me quedé alucinada, sin palabras, creo que fue ahí donde me di cuenta de que algo iba mal, muy mal...


                               *********************


QUERIDOS LECTORES, HASTA AQUÍ EL RELATO DE GOTAS DE TINTA, SIENTO DECIROS QUE ES EL ÚLTIMO CAPITULO QUE SE PUBLICARÁ EN EL BLOG Y QUE  QUIZÁS SE CONVIERTA EN UN LIBRO QUE VEA LA LUZ EL AÑO QUE VIENE.
SI NO FUERA EL CASO EN UNOS MESES GOTAS DE TINTA VOLVERÁ POR ESTOS LARES...
GRACIAS POR TOMAROS LA MOLESTIA DE LEERLO Y COMENTARLO, ESPERO QUE LO HAYÁIS DISFRUTADO.



© Dama N. Prayton 

La Deuda Capítulo 4º por Arman Lourenço Trindade

LA DEUDA 


-No comprendo… -atinó a contestar Thomas.

-Pues claro que no comprendes, no eres capaz de comprender, ni tú ni tus amigos, la locura que cometisteis al levantaros contra nuestra raza. Ahora estáis a punto de averiguar cuáles son las consecuencias reales de tal locura. Hace veinte años, durante “Los días oscuros”, nosotros, las criaturas de la noche, simplemente nos defendimos, no deseábamos muertes innecesarias ni bajas en nuestras filas ni en las vuestras, pero debíais aprender la lección, somos más fuertes, más inteligentes, más rápidos, más poderosos y carecemos de sentimientos humanos, eso nos convierte en seres crueles. Pero aún así somos justos, nunca herimos humanos ni asesinamos y a aquellos que lo hacen, los juzgamos y condenamos. Pero eso no era suficiente para vosotros… Durante aquella guerra se perdieron muchas vidas, entre ellas el hijo de Baldur, uno de los peores vampiros que yo he conocido. Él juró venganza ante la noticia de la muerte de su hijo, y justo ahora, mientras vosotros conspiráis contra mí, él está planeando la forma de someteros, de robaros vuestra libertad. Desea por encima de todas las cosas veros sufrir y he de deciros que si hay algún vampiro capaz de cosas atroces sin duda ese es Baldur.

Los hombres miraban a Kaesios pasmados. Durante veinte años, pensaron que la guerra había llegado a su fin, que estaban a salvo y sin embargo durante todo ese tiempo alguien había estado planeando la forma de eliminarlos.

Kaesios se dirigió hacia la ventana, tenía sus manos agarradas a la espalda y miraba a través de la ventana como si fuera hubiese un gran espectáculo.

-¿Qué podemos hacer? –preguntó John.

-No gran cosa, Baldur está reuniendo un ejército numeroso de hombres, los bárbaros, seres crueles y sin par a la hora de luchar.

-¿Los inmortales intercederéis por nosotros? –se atrevió a preguntar Thomas.

Kaesios se giró lentamente y fijó su mirada azul cristalina en los ojos del hombre.

-¿Deberíamos?

Thomas no supo que contestar.

-Si Baldur tiene un ejército tan poderoso, debemos organizarnos, formar nuestras defensas, debemos estar preparados… -anunció Philip.

-Creo que eso es lo mejor, debéis estar preparados…

-Kaesios, ¿Sabes cuándo iniciará la marcha?

-No, aún no, pero supongo que no tardará mucho.

-Nosotros solos no podremos contra él, no estamos preparados y no tenemos tiempo. Debemos avisar, dar la alarma… pero aún así estamos perdidos. Kaesios, necesitamos ayuda.

-Lo sé Thomas, créeme, lo sé. Sin embargo los sabios de mi raza no están por la labor de ponerse de vuestro lado, no desean más luchas. Yo, por mi parte, estoy entrenando a hombres jóvenes y fuertes, servirán de ayuda llegado el momento, pero poco más puedo hacer.

-¿Para eso te llevaste a nuestros hijos?

Kaesios afirmó con la cabeza.

-Podemos enviarte a más jóvenes, seguro que muchos estarán dispuestos, necesitamos toda la ayuda posible.

-Os enviaré algunos de los más avanzados para que preparen a aquellos que lo deseen, pero yo no me comprometo a formar a más, el tiempo se acaba, sería una pérdida de tiempo. Ahora debo marcharme, tengo asuntos importantes que atender.

-Kaesios –le llamó Philip, el vampiro se detuvo y lo miró - ¿puedo hacerte una pregunta?

-Pregunta.

-¿Por qué mataste a Charles?

-Charles era un traidor, trabajaba para el ministro y todo aquello que conseguía averiguar se lo contaba a Baldur. No soporto a los traidores.

Sin más desapareció dejando a los hombres incrédulos ante lo que acababa de revelar. Charles había sido un traidor, había vendido información confidencial al más terrible de sus enemigos…

Thomas veía ahora toda su furia aplacada, aunque le causaba dolor la distancia que mantenía con su hija, si había guerra, estaba seguro de que el mejor lugar dónde ella podía estar era al lado de Kaesios, sin duda ella tendría la oportunidad de sobrevivir. Durante unos instantes Thomas saboreó la maravillosa posibilidad de que pasara lo que pasase, su hija permanecería con vida para ver los días venideros. Después se centró en preparar estrategias para la posible lucha que se avecinaba…


Kaesios se mantuvo impasible ante el escrutinio del Consejo. Era uno de los antiguos, de los poderosos, sin embargo aborrecía la política y detestaba el rango de superioridad que muchos de ellos se habían impuesto. No soportaba a aquellos que se creían con poder suficiente como para decidir entre la vida y la muerte. Se sentó en el sitio que le correspondía, al lado del Maestro, el más antiguo de los allí congregados, un ser superior en poder e inteligencia, destacaba por su afán justiciero, tal vez era el mejor de los allí reunidos, pero muchos lo odiaban porque deseaban su poder. El consejo lo formaban veinte de los vampiros más antiguos, venidos desde los cuatro puntos cardinales, cada uno representaba a una familia de vampiros y hablaban en su nombre.

-Continuad –ordenó Kaesios con un movimiento de la mano.

-Qué bueno que hayas querido honrarnos con tu presencia Kaesios –le dijo Hersir, un antiguo vampiro vikingo. Kaesios lo conocía desde los primeros años, durante un tiempo fueron aprendices del mismo vampiro, pero eso solo había acrecentado el odio que sentían el uno por el otro.

-No estoy de humor para tus tonterías Hersir, he venido como se espera de mí y daré mi opinión como corresponde.

-Kaesios, que has averiguado –le preguntó el Maestro.

-No gran cosa Maestro, Baldur se empeña en someter a los humanos y para ello se ha aliado con los bárbaros del sur. Estamos esperando su primer movimiento.

-Así que el tablero está listo, supongo que el juego comenzará pronto.

-Así es Angus, Baldur lo tiene todo preparado, ahora debemos decidir cuál será nuestra participación en esta nueva era. Ayudaremos a los humanos o los dejaremos abandonados a su suerte.

-Yo voto por no participar Maestro, esto lo causaron los hombres al intentar exterminarnos, se merecen las consecuencias.

-Dionisio, todos estamos de acuerdo en que esto es consecuencia de la estupidez de los humanos, pero no es eso lo que se plantea, si Baldur se sale con la suya trasformará a los hombres y mujeres en poco más que esclavos, volveremos a los primeros tiempos y el resultado no fue bueno, los hombres sometidos acaban revelándose y provocando más muerte y destrucción, sin contar con que nuestro principal sustento acabará en las manos de un enemigo de las leyes.

-Maestro –interrumpió Kaesios –yo opino que debemos ayudarlos, al fin y al cabo mucho de ellos nos han sido de utilidad a través de los siglos, un mundo libre es mucho más agradable para vivir que en uno sometido, lleno de dolor e ira.

-Muy cierto, mi amigo, debemos pensar bien cuál será nuestro próximo movimiento, si Baldur gana sin duda los siguientes en su lista seremos nosotros…


Clara se apresuró por el patio del castillo, se dirigía a la zona en la que estaban los hijos de los supervivientes, necesitaba hablar con ellos, sentirse acompañada y segura. Kaesios no le había dicho nada de lugares a los que no debía acceder.
El viento soplaba con fuerza y la capa de lana que llevaba apenas conseguía quedarse en su sitio y tapar su cuerpo, al cabo de unos minutos comenzó a tiritar. Se acercó hasta la enorme puerta de madera que tenía el edificio al que había llevado a los chicos. No vio ningún llamador así que aporreó la puerta con los nudillos. Un soldado abrió la puerta y se sorprendió al verla.

-Buenas tardes señora, ¿en qué puedo ayudarla?

Clara observó al soldado, iba totalmente uniformado, con un traje azul con botones dorados, sus botas brillaban muy bien lustradas y su pelo, antes bien peinado, ahora lucía revuelto debido al viento.

-Desearía poder ver a un amigo que está ahí dentro.

-Lo siento, no se permite la entrada a los civiles.

-¿No hay ninguna forma de poder hablar con él? ¿Puedo mandarle un mensaje?

-Lo siento, si desea mantener contacto con alguno de los internos debe hablar con Kaesios, son sus órdenes las que cumplo.

Clara frunció el ceño. El soldado ocupaba el espacio de la puerta con su cuerpo impidiéndole así la visión al interior. Suspiró frustrada, nada podía hacer…

-Muy bien, gracias por su tiempo.

-De nada señora, que tenga un buen día –y cerró la puerta con fuerza dejando a Clara muerta de frío en el exterior.

Sin mediar palabra volvió caminando lentamente hasta el castillo. Sin duda tener a Mark tan cerca y no poder hablar con él, había minado su ánimo. Las personas que trabajaban en el castillo apenas hablaban con ella, simplemente la observaban y obedecían si ella necesitaba algo. Se sintió terriblemente sola.

Llegó la noche y Clara cenó sola en el comedor, luego se dirigió hacia su dormitorio, se metió en la cama temprano, pero el sueño no hacía acto de presencia, por lo que después de varias horas dando vueltas decidió levantarse y salir a dar un paseo. Se abrigó bien, pues las temperaturas nocturnas eran muy bajas. Sabía que no tenía nada que temer, dentro de aquella fortaleza nadie osaría hacerla daño, Kaesios no lo permitiría.

Bajó en silencio hasta la puerta de acceso al jardín. El aire frío le golpeó el cuerpo con fuerza pero ella se armó de valor y salió al exterior. El cielo inmenso, se extendía ante ella en todo su esplendor. Las estrellas brillaban con fuerza y ni una sola nube osaba tapar tanta belleza. Clara inició su paseo nocturno por el jardín, siguiendo el sendero, lentamente. Notaba el aroma de las flores que aún asomaban entre los matorrales.

-¿Qué hacéis levantada tan tarde?

Clara se asustó y gritó ante la sorpresa.

-Lo siento, no deseaba asustaros.

-No pasa nada, simplemente pensé que no había nadie fuera a estas horas.

Kaesios la observó. Llevaba botas altas y un abrigo de paño fuerte bien atado a su cuerpo y un pañuelo sujeto al cuello. Llevaba el pelo suelto y revuelto. Supuso de debajo del abrigo solo tenía el camisón y sintió un ramalazo de deseo apoderarse de su cuerpo. ¡Estaba tan hermosa! Sabía que ella no podía verle en la oscuridad, pero él podía apreciar cada sutil rasgo de su cara.

-¿No podéis dormir?

-No… me he desvelado y no consigo conciliar el sueño, por eso pensé en dar un pequeño paseo.

-Hace frío.

-Sí, pero me he abrigado bien.

Kaesios se acercó lentamente hasta ella, podía sentir los latidos rápidos del corazón de la muchacha y ese maravilloso aroma que lo aturdía y lo sometía a sus impulsos. Impulsos humanos, que él creía tener controlados durante la mayor parte de su vida como inmortal y ahora no conseguía dominar. El deseo que sentía por poder tocarla, por besarla y por algo más, controlaban su mente y destruían su autocontrol.

Estiró el brazo y sujetó uno de los mechones del pelo de Clara entre sus dedos, la suavidad del cabello lo sorprendió. Lentamente soltó el mechón y tocó su delicado rostro con sus fríos dedos. Aunque Clara tenía la cara fría, Kaesios sintió la calidez de su piel en las yemas de sus dedos. Se acercó aún más, despacio para no asustarla y para dejar claras sus intenciones. Clara alzó el rostro y miró fijamente los ojos de Kaesios, en la oscuridad no podía verlo con claridad pero su cercanía la reconfortaba, sabía que estaba mal, que no debía, que él era un ser malvado, incluso cruel, pero tenerlo tan cerca bloqueaba todo sentido común.
Kaesios posó su mano suavemente en la cintura de la chica, acercándola más hasta él, sus cuerpos estaban pegados, el calor humano que ella desprendía se le clavó como una daga en el pecho. No pudo evitarlo, lo deseaba, lo necesitaba. Con sumo cuidado posó sus labios en los de la muchacha, un fuego extraño se apoderó de ambos y durante unos segundos los sometió a su voluntad. Kaesios le apretó con más fuerza contra él, sintiendo cada parte del maravilloso cuerpo de Clara pegado al suyo. Clara la principio indecisa y temerosa, ahora correspondía al beso con pasión desatada, con la misma desesperación que sentía él mismo. Sabía que tenía que parar, era consciente del error que acababa de cometer, pero su fuerza de voluntad ahora brillaba por su ausencia, así que sin más se rindió a su naturaleza egoísta y caprichosa. Bebió de los dulces labios de Clara el elixir de la pasión. Una pasión olvidada por siglos de vida inmortal sumido en el frío y en la oscuridad. Sin embargo ahora veía luz. La luz que desprendía Clara.

La cogió en brazos sin separar sus labios, acariciando la curvatura de su espalda. Clara estaba indefensa ante Kaesios. Sin duda había firmado su sentencia final. Ante él estaba perdida.

-¡Kaesios!

Kaesios volvió a si gracias a la interrupción de Aidan, que estaba de pie frente a ellos mirándole con cara de pocos amigos.

Kaesios se separó lentamente de la muchacha, frustrado y enfadado consigo mismo por su falta de autocontrol. Dejó delicadamente a Clara en el suelo, estaba aturdida y tan afectada como él. La miró fijamente, adoró el color sonrojado de sus mejillas y el dulce sabor de esos maravillosos labios, ahora hinchados por sus besos, brillantes y exuberantes. Ella le miraba algo avergonzada.

-Hola Aidan.

-Creo que es hora de que la muchacha se vaya a acostar, yo la acompañaré. –le dijo en un toco autoritario y nada agradable.

Kaesios se sorprendió, nunca le había hablado así, siempre le había tratado con respeto e incluso miedo,

-Sí, creo que será lo mejor. Clara ve con Aidan, mañana hablaremos. Buenas noches.

-Buenas noches –atinó a decir Clara mientras cogía la mano que Aidan le ofrecía.


Kaesios se quedó ahí, quieto, observando la partida de la chica acompañada del furibundo Aidan y comprendió, muy a su pesar, mientras recordaba los minutos que duró aquel maravilloso beso, que sin saber muy bien como, Clara había conseguido lo que jamás nadie consiguió en siglos de vida, que Kaesios sintiera en su frío cuerpo un atisbo de lo que recordaba como amor…


                                                                                                              © Arman Lourenço Trindade