NOVELA ROMÁNTICA Y SUBGÉNEROS


De acuerdo con la definición de la Rae, las novelas románticas han de atenerse a estas dos normas:
1.ª La historia debe centrarse en la relación y el amor romántico que surge entre dos seres humanos. Así que la trama principal se refiere a dos personas que se enamoran y se esfuerzan en que su relación funcione. El conflicto en el libro se centra en la historia de amor. El clímax en el libro resuelve la historia de amor. Pueden existir otras subtramas, pero la historia de amor debe seguir siendo el tema principal.
2.ª El final de la historia debe ser positivo, dejando al lector que crea que el amor entre los protagonistas y su relación perdurará por el resto de sus vidas. Así que debe haber un "final emocionalmente satisfactorio y optimista”. En una novela romántica, los amantes se arriesgan a luchar por su amor y su relación acaba de forma feliz.


Para mí, es mucho más sencillo y lo resumo a mi modo: “La novela romántica se puede definir como cualquier novela cuya trama principal sea una historia de amor”

CARACTERISTICAS:

1. El idilio como elemento estructurante de la acción:


Toda novela es una narración o descripción de una actividad humana. A veces los personajes se mueven por intereses, por intrigas, por ideales históricos o sociales. Los personajes en la novela romántica son movidos por el amor.


2. La naturaleza como marco del idilio:


En la novela no sólo hay personajes que actúan. Hay un escenario en el que se desenvuelve la acción.


3. Idealización del paisaje:


El paisaje que se describe en una novela romántica no se manifiesta como lo ven los ojos, sino como cada persona lo ve y como lo siente. Por esa subjetivación del paisaje hay que hablar de un paisaje “idealizado” por la persona que lo escribe. De por sí, el paisaje es un elemento carente de sentimiento e indiferente a lo que les sucede a los personajes que en él se mueven. Sin embargo, en el Romanticismo el paisaje está “humanizado”; vive las sucesos de los enamorados.



DIFERENTES SUBGÉNEROS DENTRO DE LA NOVELA ROMÁNTICA:


Romance histórico

Aunque la novela histórica abarca todos los tiempos y lugares, desde la prehistoria a la Segunda Guerra Mundial. Algunos escenarios son más preferidos entre los lectores del género, entre ellos la Edad Media (con invasiones vikingas y luchas entre sajones y normandos y las ambientadas en la Escocia medieval), la de la Regencia británica y/o Época victoriana (Inglaterra y Escocia del siglo XIX), la conquista del Oeste o la Guerra Civil Estadounidense.
Las autoras más editadas en España dentro del género histórico son: Johanna Lindsey, Amanda Quick y Jude Deveraux.
- Regencia: Este subgénero se incluye dentro de la histórica. No tiene tanto contenido histórico, y se centra más en la relación amorosa de los personajes, en los diálogos chispeantes entre los protagonistas, y suelen ser novelas con mucho humor. Es el mejor género para pasar el rato y divertirse.


Romance contemporáneo

La novela contemporánea se centra en los problemas de la pareja, del sexo y del ligue. En este tipo de novela normalmente se aborda la libertad sexual e independencia económica femenina. En ella conocemos a una mujer emprendedora y moderna, que sabe cuidarse sola y que no necesita de héroes en su vida. Comenzaron siendo novelas muy cortas, pero ahora cada vez hay más novelas largas, que entremezclan sus argumentos con otros géneros.
Dentro de las novelas contemporáneas, hay algunas que tienen un alto grado de suspenso, por lo que son conocidas como de suspense románticos, por ejemplo Nora Roberts, Mar Carrión, Andrea Milano, Yolanda Revuelta Mediavilla.
Se han creado nuevos subgéneros como el chick Lit, que se centra en una relación romántica y en las dificultades de las relaciones estables para las mujeres modernas.
Tengo que nombrar a Megan Maxwell, Connie Jett, Olivia Ardey, Olga Salar.



Romance fantástico

Muchas novelas románticas abordan el viaje a través del tiempo, permitiendo a los protagonistas vivir en otras épocas pero con mentalidades propias de la suya. Si el viaje es al pasado es una novela histórica y si es hacia el futuro es ciencia ficción.

Viajes en el tiempo: Normalmente mezcla la fantasía con la historia. Son novelas que nos hacen viajar a través del tiempo y da pie a situaciones e historias divertidas, emocionantes e intensas. Claras referencias son: Forastera (Diana Gabaldon), El beso del Highlander (Karen Marie Moning).
Pilar Cabero, Deborah F. Muñoz y Kelly Dreams.


Romance Paranormal

Un género con mucho éxito. Historias sobre vampiros, fantasmas y poderes sobrenaturales. Suelen ser libros con intensas historias de amor, alto contenido en escenas de sexo y grandes dosis de sensualidad. Destacan autoras como Christinne Feehan, Sherrilyn Kenyon…Lena Valenti, Nadia Salamanca, Maialen Alonso, etc.

Erotico-romántica

Está muy de moda, historias con un gran contenido erótico y sexual, se diferencia de la novela erótica en que en estas historias por encima del sexo prevalece el amor.


Sentimental

Son novelas románticas en las que lo principal son los sentimientos, la carga emocional… es uno de los géneros más leídos actualmente, porque abarca a un público muy amplio. Se podrían nombrar en este apartado a Cecelia Ahern o Marc Levy. No son novelas que expresamente tengan que terminar con finales felices. Ángeles Ibirika.



La aventura del escritor novel.

Mis libros de la Saga de los Horton, han llegado a estar en los primeros puestos de los más vendidos de Amazon.es. 


Bestseller dicen los ingleses y suena mucho mejor. Y siguen estando en los más vendidos de Sagas.  



Esta ves la introducción, no es publicidad subliminal, sino para que entendáis que he seguido un camino que tiene pocos secretos, pero un camino largo, por lo que no debéis desanimaros.

Los que me conocéis por las redes sociales sabéis de mi falta de paciencia, y mi manera particular de hacer las cosas, no se si mejor o peor, pero es la mía, y voy a compartirla con vosotras.

EDITORIALES

Como todas envié mis manuscritos a las editoriales, esperando una respuesta, cualquiera, debo decir, que de todas las editoriales, sólo una me contesto diciendo que no era lo que ellos publicaban, no trataban histórica, de las demás solo recibí noticias de aquellas que te cobran por delante y por detrás. De las demás silencio. Así que después de enfadarme mucho, decidí probar en amazon. Tengo ingresos mensuales, soy submileurista como escritora, (pero me da para caprichitos de los guenos) pero las editoriales, te ofrecerán pagarte una vez al año, y siempre con retraso. Dato importante.

AMAZON


En amazon hay más de un millón de libros, editoriales y auto publicados. La competencia es feroz.

Pasos que hay que dar para que la gente lea tu libro:

1. Que sepan que existes. 

2. Yo he recibido ayuda, de mis plumillas y de muchas amigas de internet para conseguir que la gente se interese por mi libro, colabora con otras escritoras. En romántica, no caben los enemigos, las lectoras de romántica  leen todos los géneros. Las escritoras de romántica que crean sectarismos, al final acaban aisladas. (Esto es una opinión, como todo lo demás)

3. Crea un blog de opinión, de reseñas, de tu libro, y participa activamente en las redes sociales, (yo cada vez tengo menos tiempo. (El trabajo del que como, visto y calzo me lo quita), vendes en la red, así que haz tu publicidad en la red.

Para cualquier duda, aclaración o pregunta, aquí nos tenéis a las plumillas para serviros.


Gotas de Tinta 3º Parte por Dama N. Prayton


Según la Real Academia Española (RAE)

La Palabra miedo tiene dos significados:

(Del lat. metus).

1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.



2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.



Gotas de Tinta 3º Parte."Empiezo a tener Miedo".

He llegado de nuevo a ti de puro milagro. 

¿Es posible morir aquí dentro, es posible que desaparezca sin dejar rastro? No quiero ni imaginármelo, mi mente racional opina que es imposible. Pero desde que estoy aquí, desde que he visto y vivido las cosas más alocadas, increíbles e incomprensibles creo que todo es posible, y que sí, he estado a punto de morir y no quiero, quiero seguir viva y salir de aquí, volver a mi vida anterior, una vida tranquila y predecible, una vida normal y corriente.

Ese maldito sábado, esas cosas que me sucedieron tienen la culpa de todo esto. Bueno vale quizás yo tenga algo de culpa...

Después de lo del tren pasaron cosas que pensé que los Donettes que me había comido estaban caducados o que el moco verde pringoso, donde me había rebozado, contenía alucinógenos.

¿Puede ser el miedo racional? Pues no lo sé, creo que voy a ir cambiando a mi antojo todo lo que pone en el diccionario de la RAE, si buscas un volumen encontrarás ya varios cambios, porque no creo que conozcan mucho el significado de lo que escriben.
Quien convive con las palabras puede entenderlas mejor y dar una mejor definición de su significado real.

Ese sábado supe lo que era el miedo.

Dos horas después, mientras quitaba el polvo de unos tomos antiguos, todavía no podía dar crédito a lo que me había pasado, había analizado cada uno de los detalles, había vuelto a la habitación donde estaban las enciclopedias, pero no había conseguido averiguar nada, ni darle ninguna lógica a lo que había visto.

De pronto me di cuenta de que fuera había comenzado a llover, la lluvia caía con fuerza sobre los cristales de las ventanas, produciendo un sonido que normalmente podría haberme resultado tranquilizador, pero esta vez no, ese sonido hizo que la biblioteca tomara un cariz más misterioso, más irreal.

Un rayo cayó muy cerca de donde estaba yo, sí lees bien, no me interrumpas porque si no no acabaré nunca mi historia y no tengo todo el día. El rayo retumbó por toda la biblioteca y me cayó muy cerca, pegué un saltó, que ni los mejores saltadores de pértiga hubieran logrado hacer, me caí golpeándome el trasero contra la esquina de una mesa, me quedé muy quita, no daba crédito a lo que acababa de pasar. 

Me levanté con las piernas tambaleantes, cuando otro rayo volvió a caer dentro del edificio, solo que esta vez cayó más lejos y pude contemplarlo todo. 
Una luz cegadora, amenazante salió desde una de las pinturas del techo y produjo el típico sonido que precede al rayo, después vi como esa fuerza electrizante pasaba a gran velocidad hasta estrellarse en uno de los libros que estaban esparcidos por el suelo, esos que minutos antes había estado limpiando.

Me quedé quieta como una estatua, atenta a cualquier nuevo indicio, pero después de varios minutos, quizá media hora, no me puse a cronometrar los rayos que quieres que te diga, me acerqué muy lentamente sin quitarle la vista al techo por si acaso caía otro y me electrocutaba viva.

Puede que te lo tomes a risa, que resulte una situación cómica y graciosa, pero no le deseo a nadie que pase el miedo que yo pasé.

Siempre me han dado miedo las tormentas, con el ruido de los truenos me asusto, pero son los relámpagos y los rayos los que me causan mayor terror. Llámalo un miedo irracional, pero no deja de ser algo que me asusta y que impide que mi corazón reduzca su latido frenético. 

Ahora imagínate una persona como yo, con pánico a esas cosas, y que de pronto me caiga uno a menos de medio metro de donde yo estaba tan tranquila, y después compruebes que ha caído del interior no del exterior, todas las ventanas estaban cerradas, tampoco había ningún catalizador, así que ya me dirás tú cómo narices se enfrenta una a una situación como esa.

Pues como dicen en el pueblo de mi abuelo "cogiendo al toro por los cuernos", en estos días me he acordado mucho de él y de esa dichosa frase.

Me acerqué cautelosa al libro que se supone debería estar calcinado, pues no, no fue así, estaba intacto. Lo cogí siempre comprobando el estado del fresco del techo y que ninguna lucecita volviera a emerger de su pintura. Como no ocurría nada, me puse a palpar el libro, su estado era normal, su cubierta estaba intacta. 
Acerqué la nariz para olerlo, pero nada, olía a libro viejo mohoso, así que todo normal. 

Leí el título, y puse los ojos en blanco, que poca imaginación la del escritor, o cuanta imaginación la mía. 
Su título era: "La Gran Tormenta". 
Lo dejé en la el montón de libros donde correspondía y comencé a estornudar, cogí un Klinex del bolsillo de mi pantalón y me limpié la nariz, noté algo extraño al limpiarme, miré el pañuelo y vi unas gotitas de tinta azul parecidas a las del libro de máquinas de tren. 
Me quedé unos minutos en blanco, pero no pude pararme a pensar mucho porque un ruido captó mi atención, volví a mirar al techo pero no se intuía nada sospechoso. 

Seguí el ruido, pasé estantería tras estantería, el sonido se asemejaba a algún metal entrechocando contra otro metal, pero no podía ser.
Aunque a esas alturas el miedo se me había metido por mis venas hasta corretear a sus anchas por mis venas.
Cuando giré en la siguiente estantería, me quedé de piedra, ante mí había dos tipos vestidos de una manera bastante ridícula, me habría reído sino hubiera sido por sus caras series y las miradas de odio que destilaban sus ojos. Obviamente el ruido que había escuchado se debía al entrechocar sus espadas. 

Mira ya en ese punto, pensé en alejarme de allí coger mis cosas y largarme de la biblioteca. Y lo habría hecho si las piernas me hubieran obedecido y se hubiesen movido. Pero no fue así, allí me quedé contemplando la lucha con la boca abierta, y el miedo ya instaurado en mi ser. Uno de los tipos le dio una estocada al otro el el brazo y un chorro emanó de él, no pude seguir mirando y giré la cara. Momento en el que mi estómago dijo hasta aquí y por mi boca salió lo poco que había entrado unas cuantas horas antes. Puse el suelo... mejor que no te lo imagines, fue muy desagradable.
El caso es que estaba tan asqueada, que me doble sobre mi misma. En ese momento, hoy un: "-Muere cobarde". y después silencio.
Levanté la vista y allí no había nada ni nadie, parpadeé varias veces, y me incorporé como pude aguantándome en la estantería más cercana.
Esquivé mi vómito, y aprovechando que mis piernas se movían, fui hacía donde dos segundos antes estaban esos dos tipos en una lucha encarnizada.
Como me suele pasar estuve a punto de resbalar, creo que ya le iba cogiendo el tranquillo y por eso no terminé en el suelo. No hice mucho caso de lo que había en el suelo, y me puse a buscar entre los libros, hasta que encontré uno que emitía una leve luz que se iba extinguiendo.  
Lo cogí, abrí sus páginas y las ojee rápidamente, entonce pude ver unas gotitas de tinta que se infiltraban en el libro, y leí el fragmento el cuál las estaba absorbiendo. No me lo podía creer, ahí estaba relatado la escena que acabada de ver yo con mis propios ojos.

Algo estaba pasando en aquella biblioteca, algo misterioso y aterrador, y necesitaba salir de allí más veloz que el correcaminos. 

El libro y el autor era uno de esos clásicos de los muchos hemos oído hablar, pero que no nos hemos leído nunca, más bien en mí caso había visto los dibujos o alguna adaptación cinematográfica de "Los tres mosqueteros".

Coloqué el libro y me iba de allí rápidamente, cuando "Catapum",volví a caer al suelo, ahora aparte de estar manchaba de aquella cosa pringosa verde, mi cuerpo seguro que se había manchado de la sangre derramada por aquel tipo. Pero cuando me puse en pie, cerré los ojos angustiada, y los volví abrir, con cierta aprensión me miré.
Me quedé durante un segundo o dos en blanco, después la sorpresa y el terror me inundaron y me nublaron completamente la mente. No era sangre lo que me cubría sino un montón de gotas de tinta azul que se esparcían por mis vaqueros y mi camiseta convirtiéndolos en un collage, porque entre lo verde, otras manchas que ya os imagináis y lo azul, eso es lo que yo parecía un cuadro de Picaso. 
Aquello fue demasiado, mi ración de irrealidad, de imaginación, de alucinación o como quieras de nominarlo había llegado a su fin, tenía que salir de allí... a la de ya.

Fui corriendo a por mis cosas, en esos momentos odiaba cada palmo de esa dichosa Biblioteca, se me estaba haciendo eterno el camino de regreso a donde había dejado tirada mi mochila, cuando llegué, lo recogí todo en un tiempo récord, y corrí hacía la salida, bueno el caso es que esa era mi intención, pero una especie de rugido me detuvo en seco. 
Mis ojos casi se salen de sus órbitas, creo que mi corazón se detuvo, mi mete se colapsó.

Ante mí apareció un monstruo horripilante, era enooorme, y terrorífico, tenía un cuerpo marrón lleno de púas, una boca plagada de colmillos, de donde le caía una baba verdosa... no quise pensar en aquella baba, sus ojos eran negros como el carbón, estaban injertados en sangre; su nariz, con dos orificios como dos túneles de metro, olisqueaban el aire frenéticamente.
Creo que hasta ese momento no supe lo que era el verdadero miedo, el terror me bajo por la espina dorsal haciendo que saliera de mi letargo y que mi mente se volviese a reactivar. Así que antes de que sus ojos se fijasen o que su olfato me detectara me fui alejando de mi única salida, de mi única vía de escape, ya que el monstruo no podía haber escogido otro lugar en el que plantarse, aquel era el único camino que me podía llevar a la salida de la biblioteca.

Aunque fui sigilosa al principio, y dado mi mala suerte durante ese día, me choqué contra un carrito donde había varios libros por colocar, hice bastante ruido y oí las fuerte pisadas del monstruo que se dirigían hacía mí.
No tuve más remedio que correr.

Creo que aquello fue lo peor que pude a ver hecho, creo que todo se empezó a complicar más si cabe. 
Pero oye nadie es perfecto, nadie sabe como actuar cuando un monstruo de más de tres metros te persigue, que iba ha hacer, pararme y esperar a ver que quería, eso si que no, lo más lógico fue hacer lo que hice. 
Bueno lo más lógico en aquel momento, ahora puede que hubiese reaccionado de otra manera, pero ya no puedo volver atrás, y no creas que no lo he intentado, pero no he podido...



© Dama N. Prayton          

La Deuda Capítulo 3º por Arman Lourenço Trindade



LA DEUDA 

Aidan entró en la biblioteca con cautela. Vio a Kaesios mirando a través de la ventana, ensimismado en sus pensamientos, pero sabía que sus sentidos estaban alerta.

-Buenos días Kaesios –dijo haciendo una pequeña reverencia, en señal de respeto. Kaesios era uno de los inmortales con mayor edad, y su fuerza y poder eran inmensos. Aidan lo admiraba y lo temía a partes iguales, pues Kaesios aunque siempre demostraba ser justo y paciente, no dejaba de ser un vampiro y su naturaleza tendía a ser caprichosa y voluble.

-Buenos días Aidan, ¿Qué nuevas traes?

Aidan sonrió.

-Directo al grano ¿Eh?

Kaesios no dijo nada, se giró lentamente y le miró a los ojos. Aidan se estremeció. Aunque Aidan era un vampiro, aún era muy “joven” y ante un ser de tanto poder no tendría nada que hacer en caso de que Kaesios decidiera acabar con él.

-Hay movimientos en el sur, el clan de Baldur. Sabemos que están formando un ejército, han hecho trato con los bárbaros y les han jurado lealtad, así que ahora poseen un número ingente de humanos fuertes y preparados para la lucha, a su servicio.

Kaesios volvió a mirar a través de la ventana.

-¿Qué les han prometido para que juren lealtad a los inmortales?

-Tengo entendido que cuando la raza humana sucumba, las únicas tierras libres les pertenecerán.

-¿Quién lidera ahora el clan de los bárbaros?

-Cornelius, el hijo de Damek el infame.

-Lo suponía. Conocí a Damek en sus mejores años, era despiadado y cruel, pero nos odiaba, jamás pensé que se aliaran a los nuestros, sobre todo si la intención es eliminar a su propia especie.

-Damek era despiadado y cruel como tú bien dices, pero su hijo es además avaricioso, le gusta el poder y la riqueza, Baldur lo sabe y lo ha aprovechado a su favor.

-Ya veo… ¿Qué dice el Consejo vampírico?

-Harán una reunión. Desean que ocupes tu lugar en el senado. Ahora más que nunca, necesitamos estar unidos.

-Diles que  convoquen la reunión, a su debido momento, yo estaré.

-Bien, se lo comunicaré… Kaesios, tal vez deberías hablar con los supervivientes y anunciarles los planes de Baldur, al fin y al cabo les incumbe más a los humanos que a nosotros.

Kaesios se giró y le miró fijamente. Aidan, el único descendiente de su querida Karina. Suspiró para sus adentros. Karina, su amiga, su hermana. La echaba muchísimo de menos, no en vano era ella la sensatez personalizada y su suspicacia y paciencia les había salvado muchas veces de cometer locuras que hubieran acabado, sin ninguna duda, con sus miserables vidas. Pero ella ahora no estaba, y él por los años compartidos, le había jurado que cuidaría de su descendencia. Aidan, lo único que le quedaba de Karina, tan distinto a ella y tan parecidos. Pero jamás podría estar tan unido a Aidan como lo había estado con Karina, porque el muchacho no se sentía cómodo en su presencia, lo temía, él era consciente de este hecho, y lo peor es que no hacía nada para evitarlo.

-He pensado en hacerlo, pero aún no es el momento, debemos esperar a que Baldur nos dé una muestra de sus planes.

-¿Y si no lo hace?

-Le conozco bien, su soberbia no tiene límites, lo hará porque está convencido de que no podremos detenerlo.

Aidan suspiró.

-Los humanos no son conscientes de la locura que cometieron al levantarse contra nosotros, “Los días oscuros” serán un paraíso en comparación con lo que Baldur planea hacerles.

-Los humanos son inconscientes y sus cortas vidas no les conceden la sabiduría suficiente para evitar este tipo de consecuencias. Ellos piensan que por nuestra naturaleza malvada no debemos existir, pero no midieron las consecuencias de sus actos, y en esa guerra se perdieron muchas vidas, tanto humanas como vampiras, entre ellos el hijo de Baldur, lo que desencadenó esta venganza.

-¿Pero por qué ahora? Los supervivientes humanos de esa guerra, hoy no podrían defenderse, ¿Cuál es el significado de su venganza?

-Baldur desea quitarles a sus hijos, que sientan lo que él sintió y que mejor forma que ahora, cuando los supervivientes apenas pueden defenderse a sí mismos, sus remordimientos y su dolor los llevará a la tumba. Eso es lo que desea Baldur, que sufran, a parte claro, de la dominación de la raza humana.

-Entiendo. Dime, ¿Irás a ver a los nuevos? Aún no les hemos informado de para qué están aquí.

-Sí, iré más tarde.

-Bien, entonces si no deseas nada más, me retiraré. Iré a hablar con el Consejo. Te mantendré informado.

Kaesios afirmó con la cabeza y despidió a Aidan.

Se avecinaban tiempo difíciles, para su raza y para la de los humanos, si el consejo no cedía y decidía mantenerse al margen, los humanos no tendrían ninguna posibilidad.

Volvió a mirar por la ventana, ahí estaba Clara, sentada en el jardín con un libro en sus rodillas, pero no leía, simplemente miraba a su alrededor, y se quedaba ensimismada mirando el cielo. No sabía por qué, pero esa muchacha no se le iba del pensamiento. Tenía que centrarse, debía planear la mejor estrategia para neutralizar esta estúpida guerra, y si no podía, tal vez encontrar la forma de minimizar las pérdidas. ¡Oh Baldur! Su maldad y soberbia no conocía límites, siempre fue un problema, pero ahora que era más fuerte y más listo, se estaba convirtiendo en un adversario digno de tener en cuenta.

Tenía que ir a ver a los hijos de los supervivientes, contarles para qué les había traído y qué se espera de ellos, pero lo cierto es que lo único que le apetecía era sentarse junto a la muchacha y observar las nubes. Sin duda, con el paso de los siglos se estaba convirtiendo en un auténtico estúpido…

Clara miraba sin ver, sus pensamientos iban y venían por su cabeza pero ninguno se quedaba lo bastante. Se sentía sola y triste, y aún más sabiendo que a unos metros de ella se encontraba Mark, su amigo, tal vez si pudieran verse se le haría más llevadero el tener que permanecer encerrada en aquella fortaleza.

Había intentado entretenerse visitando las habitaciones, pero lo cierto es que no le apetecía ni lo más mínimo pasearse por el interior del castillo, prefería el aire puro y la luz del sol, tan escasa en aquella época del año.

En su mente apareció el rostro de su padre, triste y asustado al comprobar que la perdería y no podía hacer nada. Suspiró. Tenía que acostumbrarse a esta nueva vida, no había manera humana de poder escapar de ahí.

-¿Te gusta leer?

La voz, aunque suave y delicada de Kaesios, la asustó y dejó caer el libro al suelo. Estaba petrificada y el corazón se le aceleró. Kaesios se agachó y cogió el libro del suelo, miró el título y abrió mucho los ojos.

-¿La odisea? No pensé que te gustara este tipo de libros…

Ella parpadeó varias veces.

-Dicen que es un gran libro, un clásico.

-Lo cierto es que es un clásico, pero pensé que a alguien de tu edad le gustarían más las novelas sobre caballeros de brillante armadura y esas cosas.

Sin saber muy bien por qué, Clara se ruborizó. Alzó la mirada y vio como los ojos de aquel ser brillaban de diversión. ¿Acaso le estaba tomando el pelo? Eso la enfureció.

-No me conocéis en absoluto. –dijo fríamente.

-Tenéis toda la razón –dijo, todo rasgo de suavidad y delicadeza, habían desaparecido de su voz. Le tendió el libro. Ella estuvo tentada de no aceptarlo, pero luego fue consciente de con quién estaba tratando. Esa criatura tenía el poder de terminar con su vida con una sola mirada, y no sabía muy bien por qué, pero tenía la certeza de que no quería hacerla ningún daño, así que más valía no tentar a la suerte.

Cogió el libro y se lo volvió a colocar en el regazo. Le miró de reojo. Kaesios estaba de pie a su lado, mirando al frente, supuestamente abstraído. Tan quieto como una estatua. No pudo evitar admirar su belleza, siempre le habían dicho, desde que era una niña, que esas criaturas en malvadas, disfrutaban del sufrimiento humano, mataban por placer y ella se imaginó a seres tan horribles por fuera como le habían dicho que eran en su interior. Pero nada más lejos de la realidad. Kaesios era hermoso. Alto y fuerte, su pelo negro y brillante, su piel perfecta, pálida y fría, pero hermosa, y sus ojos… no podía expresar con palabras la belleza de esos ojos azules cuando la miraban sin furia.

Pero, ¿qué estoy pensando? -Se regañó mentalmente apartando la mirada de aquel ser- es un vampiro, un inmortal sin corazón, sin sentimientos…  pero cuando volvió a mirarle sintió una punzada en su interior cuando se cruzaron las miradas, por un instante creyó ver la verdad de Kaesios, en sus ojos azules se reflejaban la soledad y el dolor, fue tan fugaz que después ella pensó que había sido su imaginación, pero ahí y ahora, durante el instante que mantuvieron unidas sus miradas, Clara tuvo la certeza de que algunos inmortales no eran tan horribles como le habían dicho, eran seres torturados, poderosos sí, malvados, tal vez, pero torturados ya que sufrían sus penas durante toda la eternidad…

El silencio se tornó algo incómodo. Kaesios no decía nada, simplemente la miraba y Clara comenzó a ruborizarse.

-Hace un día precioso ¿No creéis?

Kaesios levantó una ceja en señal de sorpresa y el brillo de la diversión volvió a asomar a sus ojos.

-Sí, parece que al menos por hoy no va a llover. ¿Os gusta el jardín?

-Oh… sí, es un lugar precioso, lástima que esa enorme muralla impida la visión de las montañas, debería ser un espectáculo fascinante.

Una media sonrisa asomó a los labios de Kaesios y el corazón de Clara se saltó un latido.

-La visión al atardecer en las montañas es magnífica, pero debe prevalecer la seguridad.

-¿Seguridad? Vos sois un inmortal, ¿Quién osaría desafiaros e intentar haceros daño? Un loco sin duda.

Kaesios no pudo evitar soltar una pequeña risilla.

-Un loco, sin duda. Pero en esta fortaleza no solo vivo yo, debo tener presente el bien estar de los que viven bajo mi techo cuando yo no estoy aquí para defenderlos.

Clara agachó la mirada algo aturdida, no esperaba esa respuesta.

-Por supuesto. –logró decir. El corazón de Clara se encogió, ¿era posible que esa criatura tuviera presente a todas las personas que vivían bajo su techo? ¿Era posible que las protegiera como si fueran su familia? Sin duda eso no era compatible con todo lo que le habían dicho los supervivientes. Estaba terriblemente confundida, ya no distinguía lo que era real de lo que no. Siempre temió y odió a los inmortales, la inculcaron desde niña que eran seres terribles, que no sentían piedad y disfrutaban con los sufrimientos, sin embargo, el inmortal que estaba ante ella, sin duda protegía a los suyos, y la mayoría de los que vivían aquí eran humanos, mortales como ella misma…

-Bueno, ahora debo irme, espero que paséis un buen día.

-Igualmente os deseo a vos.

Sin decir nada más Kaesios se marchó. Se sentía aturdido. Estar ten cerca de esa muchacha le dejaba con las defensas demasiado bajas, debía concentrarse y mantenerse todo lo alejado que pudiera de ella.

Aidan les observaba desde la ventana de la biblioteca. Había ido allí para coger unos documentos y se quedó pasmado al ver a Kaesios junto a la muchacha humana. ¿Qué era lo que se traía entre manos? Aún no entendía la decisión de haberla llevado con él, eso no estaba en sus planes, Kaesios se presentó en la reunión para traerse a los más jóvenes, para poder entrenarlos y convertirlos en guerreros, soldados temibles y valerosos, capaces de luchar contra Baldur y sus secuaces. Pero aparecer aquí con una chica, de apenas veinte años (si es que llegaba) no tenía sentido, ¿qué podría querer él de la muchacha? Sin duda no podría utilizarla, pues la hija de Thomas no tendría ningún interés para Baldur, pues que él supiera fueron los soldados del sur los que acabaron con su hijo, aunque odiaba a todos los humanos por igual. Verlo ahí parado, sin saber que hacer, junto a una humana le dejó cuanto menos, intrigado. ¿Y si…? No, no podía ser, Kaesios no sin duda… pero ¿y si por una razón desconocida se sentía atraído por ella? Que él supiera Kaesios nunca había mostrado un interés particular por ninguna humana, al menos su madre, Karina, jamás le había comentado nada al respecto. Y durante los trescientos años que habían permanecido juntos, habían hablado muchísimo de su querido hermano.

Vio como Kaesios se despedía y emprendía la marcha, siempre a una velocidad humana, supuso que para no asustarla. Cogió los documentos y se apresuró a salir de la biblioteca.
Se encontraron en el pasillo.

-Kaesios…

-Aidan, te creía hablando con el consejo.

-Aún es temprano, vine a por unos documentos que necesito.

-Bien.

-Kaesios… ¿puedo preguntarte algo?

Kaesios lo miró fijamente.

-Pregunta, yo ya veré si te respondo o no.

-¿Por qué has traído a la humana contigo?

Kaesios se lo pensó durante unos segundos.

-Fue un impulso, no pude evitarlo.

-¿Un impulso?

-Sí, la vi  allí y sentí la necesidad de traerla, así de simple.

Y sin decir más se marchó de ahí, dejando a un Aidan totalmente pasmado.



-Thomas, si Kaesios se entera de esta reunión nos matará a todos.

-Daniel, tendremos que hacer algo, no podemos dejarlo así, tal y como está. Se ha llevado a nuestros hijos, debemos hacer algo…

-Hicimos un trato –contestó John- debemos aceptar las consecuencias de nuestros actos, podía haber sido peor.

-¿Peor? Y lo dices tú, a ti te queda tu hija en casa y una esposa, yo no tengo nada.

-Thomas, Kaesios es un inmortal, no podemos nada ante él. Mira lo que le hizo a Charles, no le dio tiempo ni a verlo venir cuando ya estaba muerto en el suelo. Debemos actuar con cautela, nos ha dejado vivir, creo que es lo más importante.

-Yo no puedo conformarme con eso. ¿Qué hará esa bestia a mi niña? ¿Tienes alguna idea de lo que puede estar sufriendo en sus manos?

-Ha prometido que no les causará ningún daño Thomas, debemos confiar.

-¡No Samuel, no puedo! ¿No lo entendéis?

-Tal vez si hablaras con él… -propuso Philip.

-¿Hablar? ¿Crees que se puede hablar con un inmortal? Ellos no hablan, ellos ordenan y nosotros obedecemos.

-Y nos dejan vivir, no lo olvides. Los días oscuros terminaron Thomas, aceptamos el trato para continuar con nuestras vidas, es justo que paguemos, él pudo matarnos aquel día, lo sabes, sin embargo nos dio otra opción, y la aceptamos. No me siento orgulloso por ello, tal vez hubiese sido más valiente y honorable morir aquel día, pero elegimos vivir, y hemos vivido tranquilos desde entonces, Kaesios nos protegió de otros inmortales, lo sabes.

-Sí, Daniel tiene razón, hubo pueblos totalmente masacrados, familias enteras descuartizadas y brutalmente asesinadas, nosotros no Thomas, nosotros vivimos tranquilos, hasta hoy. Kaesios cumplió su palabra, hoy nos toca a nosotros cumplir nuestra parte del trato.

-¿Y para qué quiere un inmortal a nuestros hijos?

-Para defenderos a vosotros

La voz fría y dura, sonó en toda la habitación dejando a los supervivientes totalmente petrificados en sus sitios.

¡Kaesios! Los había encontrado, estaban perdidos.

-¿Ahora no decís nada? –Dijo apareciendo ante ellos- Pensé que vuestra rabia os convertiría en seres más locuaces.

-¿Protegernos? ¿De quién?

Kaesios los miró fijamente. Había decidido no decirles nada por el momento, pero al ver lo trastornado que se encontraba en presencia de Clara tomó la decisión de salir, alejarse de ella, tal vez así volvería a ser él mismo y se encuentra con una reunión “secreta”. Estos humanos no dejaban de sorprenderle.

-De vuestra estupidez Thomas. 




                                                                                                                © Arman Lourenço Trindade

LA TAREA DE DOCUMENTACIÓN

La documentación en una novela es muy importante para ambientar de forma correcta nuestra historia. Para saber qué información necesitamos para documentar nuestra obra, debemos tener lo más claro posible qué tipo de obra vamos a escribir: si va a contener referencias históricas o no, en qué época y en qué lugar va a estar ambientada, quiénes serán nuestros personajes, en qué contexto se van a desenvolver, a qué se van a dedicar, cómo va a ser sus vidas, qué papel van a desarrollar en la trama de la historia, etc.
Algo que he observado es que cuanto más retrocedamos en el tiempo, más trabajo de documentación vamos a tener que hacer.
Según el género que vayamos a desarrollar, tenemos que tener en cuenta qué tipo de información nos hace falta:



-Novela infantil: Tenemos que conocer su mundo, sus gustos, sus miedos, etc.



-Novela policíaca: Tenemos que conocer el mundo policial por dentro, conocer sus escenarios ( comisaría, despacho, juzgados, coches de policía, armas, uniformes, etc) y el mundo del otro lado: las bandas, las mafias, los negocios sucios, los traficantes, los camellos, los ladrones, etc.
Tener claro los diferentes personajes que pueden aparecer, abogados, jueces, etc.



-Novela de espías: Tenemos que conocer muy bien la historia sobre la Guerra Fría y los secretos sobre los diferentes grupos como la CIA, KGB, MOSAD,etc. También tenemos que saber cómo es el trabajo de un espía.



-Novela de ciencia-ficción: Documentación sobre las nuevas tecnologías. Últimos descubrimientos en genética, medicina, física, etc.



-Novela de fantasía: Es otro género en el que también tenemos que documentarnos para ambientar bien la narración en un posible cambio político, social, etc.


TIPO DE INFORMACIÓN QUE NECESITAMOS:

1)¿De qué va?
Qué vamos a contar. Si es una historia de amor, guerra, detectives, espías, etc.

2)¿Cómo sucede la historia?
Hay que situar la trama al menos en un período de la historia. En general por la forma de vivir de las personas, los sucesos históricos y los avances tecnológicos se sabrá de qué época se trata.

3)¿Dónde se desarrolla?
Cuáles son los escenarios que vamos a construir o aprovechar en nuestra historia. Qué país, pueblo, ciudad o barrio vamos a escoger o nos vamos a inventar. Darle una cultura y la forma de la vida que les corresponda.

4)¿Quiénes son los personajes que le darán vida a la historia?
Describir los personajes que van a aparecer en la historia y construir sus vidas.



¿DÓNDE BUSCAR?



Para buscar información, tenemos varias fuentes fiables: bibliotecas, archivos informatizados y librerías.
En ellas podemos encontrar libros, diccionarios, enciclopedias, etc.
Las fuentes gráficas también son de gran ayuda, en ellas podemos encontrar: postales antiguas, ilustraciones, gravados, cuadros, folletos, posters, etc. Las imágenes nos acercan de forma veraz y visual a la época que elijamos.



Otra fuente en la que todas hemos confiado en algunas ocasiones es San Google, ¿Quién no ha entrado en la Wikipedia a buscar información?
Pero tenemos que tener cuidado con la información de esta página, pues algunos datos no son concretos. Debemos buscar páginas más especializadas en la época que hemos elegido.
Os voy a dejar unas páginas en las que yo he confiado por su fiabilidad y su veracidad en cuanto al rigor histórico:



Época victoriana: http://www.erasofelegance.com/ (en esta páginas tenemos información desde la edad antigua hasta la época Eduardina)

http://www.sociedadaugusta.com/ (Web especializada en la época victoriana)



Época regencia: http://hablandodejaneausten.com/2011/11/23/la-moda-en-la-epoca-de-regencia/

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Espero que os haya servido de ayuda estos consejos y estas páginas que a mi me gustan mucho.