MICRORELATO EGIPTOMANÍA

Hola a tod@s. Hoy os quiero contar sobre un proyecto en el que ando metida desde hace unos meses. Tuve la oportunidad de colaborar en una revista en la que se tratan temas paranormales y en ella tengo dos secciones: Enigmas del pasado y Egiptomanía. Ambos temas que me encantan desde siempre. En mi casa tengo una estantería solo con libros de esos temas. Así que me aventuré y es una experiencia fantástica. Hoy quiero compartir un microrelato de una mujer que tuvo una vida apasionante, fue la primera faraón de Egipto y mantuvo un romance con un plebeyo,claro no está comprobado y esto hace que la leyenda del romance atraiga a multitud de visitantes a su templo. La reina Hatsepshut y el plebeyo Senenmut :


YO, FARAÓN


Soy Maatkara Hatshepsut, “la primera de las nobles damas” y esta es mi historia. Mi amado padre me vinculó al trono de Egipto desde que nací, me nombró su heredera y me educó para ello durante toda mi vida.
Su muerte, para mí dolorosa, alzó los cimientos de una gran conjura en la que me vi involucrada y me vi alejada del trono que siempre se me había confiado. El faraón iba a ser mi hermanastro Tutmosis II, hijo de una simple concubina. Aparte de soportar la humillación que a mi rango y persona hacían, tuve que tragarme el orgullo al ser desposada con el faraón.
Nada más lejos que llorar por esa gran infamia, decidí hacerme fuerte. Así que, mientras mi débil y blando esposo ceñía la doble corona, me rodeé de adeptos que crecían en cuanto a poder e influencias. Hapuseneb iba a ser gran sacerdote y Senenmut ocupaba un alto cargo en palacio. Solo quería lo que se me había prometido desde mi infancia y que me habían negado: el trono de Egipto.


Cuando mi esposo dejó el mundo terrenal para marchar con los dioses a la otra vida, el país se vio sumido en una nueva crisis sucesoria. El gran visir Ineni consiguió que la nobleza aceptase a un hijo de Tutmosis II. Yo, la Gran Esposa Real, y mi hija éramos relegadas en la sucesión por el hijo de una simple concubina. Pero esta vez no iba a dejar que las cosas siguieran ese curso. Como Gran Esposa Real asumí la regencia alegando que el niño era apenas un bebe y pospuse el matrimonio de mi hija con el nuevo rey.
Asumido ese papel preparé un golpe de estado con las personas en las que había confiado: Hapuseneb era el sumo sacerdote de Amón y Senenmut, que ocupaba uno de los más altos cargos de la corte. Junto a ellos me hice fuerte, y cuando estuve preparada me proclamé faraón de las Dos Tierras y primogénita de Amón. El rey no pudo hacer otra cosa que admitir que yo era superior y que quizás era algo que me pertenecía desde siempre.
Han pasado algunos años y creo que mi papel como faraón de Egipto es bueno. El país prospera y mi vida prosigue. Ahora, espero la visita de Senenmut. Ese gran hombre, se ha convertido en algo más que en un simple consejero. Mi corazón se desboca ante su llegada y juntos planeamos el último gran legado de mi vida: mi templo de millones de años.


Mientras me cuenta cómo va a ser y me enseña un dibujo, me sumerjo en ese mágico lugar de amplias terrazas y bellos jardines que me acompañarán en mi viaje final. Tan solo haremos una cosa, algo prohibido, y es que permaneceremos juntos en un bello rincón de ese templo como si fuéramos unos amantes que se pueden amar sin riesgo a ser encontrados.

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Espero que os haya gustado. Os dejo la dirección de la revista por si os queréis pasar a leer un rato:

http://laligahumana.wix.com/ligahumana#!egiptomana/cu07

4 comentarios:

  1. Ay, Raquel, me encanta la historia de Hatsepshut y leer todo acerca de ella :)
    Yo estuve en ese magnífico templo de visita y es impresionante ;)
    Besos

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  2. Hola, Raquel, qué bonito te ha quedado. No sé si te lo había contado, pero me gusta mucho la historia del antiguo Egipto, así que te harás una idea de la ilusión que me ha dado leer tu relato.

    Besos.

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  3. yo tuve la fortuna de estar allí hace tres años, antes de que empezaran estos líos, y si, Egipto envuelve muchos misterios... Lastima que la realidad siempre se encargue de destruir los sueños, aun que sean sueños pasados.

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  4. Wow Raquel, adoro Egipto, su historia, sus personajes, me parece una de las grandes civilizaciones y aún queda mucho por descubrir.
    Me ha encantado tu relato, yo tengo un montón de libros sobre los antiguos faraones, sus dioses, sus creencias... no sabía que en eso también coincidimos!!!
    Eres genial, tu relato es fantástico, sigue escribiendo guapa!!
    Besazos!!!!

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