YA SE TERMINÓ EL VERANO, ESTAMOS DE VUELTA

Como todo lo bueno en la vida, el verano se acabó. Comenzamos con la rutina de los madrugones, los horarios, el trabajo (para aquellos afortunados que lo tengan), las idas y venidas, la falta de tiempo, el ir corriendo a todas partes... en fin, la rutina rutinaria.

A mí, personalmente el verano se me ha pasado en un parpadeo, sin darme cuenta pasé de Junio a Septiembre, ¿qué fueron de los meses que hay entre ambos? No tengo ni idea, son una nebulosa en mi cerebro. Qué triste...

Al principio del verano me planteé varios retos o metas, me hice un croquis de todo aquello que deseaba terminar o comenzar o avanzar, y mira tú por dónde, nada de nada...

La buena noticia es que terminé uno de mis proyectos y me decidí a publicarlo. Mi nueva novela se llama Días de Soledad y se vende en los amazones mundiales.

¿Qué vais a encontrar en ella?  Bueno, pues sinceramente espero que muchas cosas buenas, aunque todo depende del lector, por supuesto.

Yo pienso (opinión personal, que no tiene que ser acertada o verdadera, pero que es lo que yo pienso), es que todo autor termina dejando algo de sí mismo en cada novela. ¿Que por qué pienso eso? Es fácil. Cuando escribes una historia, te inventas unos personajes, les dotas de personalidad, carácter, el porte imaginado, les das vida, tienes que verlos en tu mente, sentirlos y hacerlos vivir para que sean creíbles y alguno de nosotros, acabamos cogiendo tanto cariño a algunos de nuestros personajes, que pasan a formar parte de nuestra vida. Cuando yo escribí Grandes Secretos Desvelados,

no pensé en absolutamente nada, lo cierto es que jamás pensé que podría publicarla, por lo que escribirla fue más para mí que para nadie, era mi manera de evadirme un poco de la realidad que me rodeaba. Mis personajes fueron creados desde el corazón. Tanto Sara como William como aquellos que los rodeaban, se convirtieron en una pequeña parte de mí. Él es un hombre apuesto y cariñoso, fuerte, responsable, divertido y apasionado, con mucho sentido del honor. Ella es valiente, testaruda, independiente, impulsiva y tiene cierto puntito de ingenuidad que le da un toque de humor a su forma de actuar y pensar. Ellos se convirtieron en mis amigos y compañeros. Ninguno de ellos tiene  nada mío, a nivel personal, pero si consiguieron conquistarme y les imaginé a mi antojo, solo para mí.

Pero con Días de Soledad, ay... Días de soledad es otra historia.

En esta novela plasmé a ciertas personas, ciertas situaciones y ciertas escenas, que  no son reales ni han sucedido, porque todo es fruto de mi imaginación,  pero me inspiré en personas a las que quiero mucho y si que tomé prestadas algunas cositas de sus vidas  y las transformé  y adapté para mí. Creo que, esta novela, se ha llevado un pedacito de mí, un trocito de mi corazón y de mi alma.

Todo aquél que se adentre es su páginas, verá reflejado en la vida de Carolina, situaciones, sensaciones, sentimientos y vivencias tan reales como la vida misma. Porque aunque nos duela, el desamor es tan actual como el amor y creo que es incluso más fácil sentirlo y vivirlo que un amor pasional, verdadero y duradero. Pero no os asustéis, no es un dramón con final incierto o triste, entre sus páginas encontraremos dosis de ironía, humor, amor y pasión.

Y espero que el final sea de vuestro agrado, aunque para ser sincera, no era mi primer final, pero Dama N. Prayton  me anunció que si no cedía en mi cabezonería, no me leería ni yo misma jaja

Espero que os animéis a comprarla, a leerla y a disfrutarla, no tiene nada que ver con Grandes Secretos Desvelados.

Días de Soledad es una novela inspirada en personajes reales y actuales, tan comunes como lo puedo ser yo o incluso tú. Es sorprendente y original. Una novela cortita para disfrutar en las tardes de otoño.

SINOPSIS:

Carolina es una mujer joven y alegre. Conoce a Arturo, un apuesto chico e inicia una apasionante historia de amor, pero él, al cabo de cuatro años, la abandona sin darle ninguna explicación, dejándola sumida en un estado de tristeza y depresión. Carolina ve como su vida se sume poco a poco en la desesperación. Compra un cuaderno y a modo de terapia, escribe un diario. En él plasma todos sus sentimientos, ideas, vivencias y cada una de las cosas que le pasan por la cabeza, unas buenas y otras no. De manos de Carolina vamos a sentir, vivir y experimentar cada una de las cosas que suceden en su vida, día a día. ¿Podrá Carolina superar esa terrible enfermedad y comenzar de nuevo? ¿Será capaz de mirar la vida con alegría y salir del pozo en el que ha caído? ¿Conseguirá poner fin a sus Días de Soledad?

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