La Deuda Capítulo 1º por Arman Lourenço

Mis querid@s amig@s y seguidoras/es:

Al parecer estoy en racha, hoy también me toca inaugurar otra sección, esta, supuestamente, tendría que ser la sección del relato corto, pero tengo un problema con esto de terminar las historias lo suficientemente temprano como para considerarlas "relatos cortos". Mis compañeras (pobres ilusas) me cedieron la oportunidad del primer relato, pero al parecer no me conocen, pues a mi me das una hoja en blanco (ya sea real o virtual) y tiempo y no tengo fronteras...

Comencé esta historia pensando que conseguiría hacerla corta, lo juro, lo intenté fervientemente, pero mi mente (traidora) comenzó a funcionar a toda velocidad en cuanto comencé con las primeras palabras, la historia, comenzó a crecer y crecer, mi cerebro empezó a hacer eso que solo hacen los cerebros, mandarse información y intercomunicarse entre neuronas (aunque no creo que tenga más de dos que funcionen correctamente), enviándome imágenes sobre escenas y personajes y situaciones y... llegó un momento en el que ya desesperada grité:
-¡Para, para ya desalmado! ¿Acaso no sientes piedad?
Huelga decir que no me hizo ni caso...



Hablé con mi compañera Dama y le dije que leyera mi relato y me diera su opinión.
-¡Me encanta! -me dijo.
-Pero es que aún no está terminado, y cada vez se me ocurren cosas nuevas y se está alargando...
Ella, que es maravillosa buscando soluciones y su mente trabaja tanto como la mía  pero a otro nivel (lo suyo es de estudio, lo juro) me dijo que no me preocupara, que lo hiciera por capítulos.

¿Capítulos? Genial, esa idea me encanta, lo cual  da rienda suelta a mi creatividad sin limitarme con un máximo de palabras o páginas...
Por lo que, quitado ya el estigma del relato corto, he creado una historia que ni yo misma sé hasta dónde puede llegar, ni qué será lo que puede suceder, (me encanta tener este poder)

Deseo que os guste, pues pensar que todo lo que escribimos es por y para vosotr@s, no dudéis en dejar vuestros comentarios, nos encanta leerlos, opinad y comentad que os parece, eso me ayuda a aprender y a ser mejor día a día en este maravilloso mundo de la escritura.

Ahora (después de todo el rollazo) sin más preámbulos os presento esta historia, pensada para que durante unos minutos, podáis viajar a otro lugar y conocer a otras personas, pero tened cuidado, nada es lo que parece, los buenos no son tan buenos y puede que los malos no sean tan malos...
Espero que lo disfrutéis ;)
Besazos!!




LA DEUDA

Miró a su alrededor. Todo estaba perfecto. Era la primera vez que se reunían en la casa de su padre, desde que su madre falleciera y quería que todo saliera a la perfección. 

Su padre se reunía de vez en cuando con los veteranos soldados de la guerra a la que llaman "De los días oscuros", hombres, supervivientes de aquellos aciagos días, que se reunían de vez en cuando, acompañados por sus esposas y descendencia, para hablar de los sucesos vividos por ellos. Un recordatorio a su valor y honor.

Los invitados iban llegando puntuales, se les ofrecía un pequeño aperitivo y después se sentaban y contaban todos sus recuerdos sobre lo sucedido en aquellos tiempos. Clara no recordaba nada de los días oscuros, ella aún no había nacido en aquella época, como muchos de los hijos allí reunidos. Ellos eran el futuro y en ellos recaía la obligación de recordar por sus padres cuando ellos ya no estuvieran.

Después de los saludos y de picar alguna cosa, decidieron sentarse todos a la mesa. Los supervivientes juntos, en la cabecera Tomas, el padre de Clara. Los chicos y chicas jóvenes se sentaban después de las esposas.

Clara se sentó al lado de Julien y Mark, los hijos de Daniel, un buen amigo de su padre, quizá el único superviviente con el que mantenían contacto más a menudo. 

Se hizo el silencio en el salón. Por estar en su casa le tocaría a Tomas iniciar la historia con sus propios recuerdos. Clara miraba fijamente a su padre, se sentía muy orgullosa de él y de todos los demás, por convertirse en la resistencia, en el único bastión que quedaba a los alrededores, lucharon y aguantaron hasta que llegaron los refuerzos, contra esas malvadas criaturas.

-Mis queridos amigos y amigas, un año  más estamos juntos para celebrar la más terrible de las tragedias y aún así continuamos con vida...

Clara se emocionó con las palabras de su padre, dichas en un tono solemne.

De pronto un viento gélido inundó la estancia, la temperatura bajó tantos grados tan rápido que a Clara se le puso la piel de gallina. Miró a los hombres que se estaban poniendo de pie, sus rostros mostraban preocupación.

No pudo ver lo que pasó a continuación con claridad, una imagen borrosa atravesó la sala como un huracán. La gente gritó asustada. Julien abrazó a Clara que ahora temblaba, pero no de frío. Una risa malvada se escuchó en la estancia mientras uno de los hombres caía al suelo. Clara se soltó del abrazo de Julien y corrió hacia Charles, el hombre que yacía en el suelo con el cuello ensangrentado. Cogió una servilleta y se la puso en la herida abierta, intentando parar la hemorragia. Charles la miraba fijamente, sus ojos transmitían  pánico.

-No os preocupéis Charles, seguro que todo saldrá bien -intentó tranquilizarlo la chica. Sus manos temblaban, pero no dejó de apretar la herida.

Todo era pánico y confusión, las personas reunidas comenzaron a juntarse asustadas.

De pronto se hizo el silencio...

-¿Creías que me había olvidado de ti, Tomas? -la voz demoníaca resonó en toda la estancia- ¿Creíais que me olvidaría de todos vosotros?

-No puede ser cierto -dijo Tomas mirando a su alrededor.

Todos estaban quietos, mirando a todas partes, intentando averiguar de dónde provenía esa horrible voz. Sus rostros pálidos indicaban lo asustados que estaban. De pronto, sin saber como, apareció ante Tomas un ser, parecía un hombre pero Clara sabía que no podía ser un hombre. Era alto y fuerte, su pelo negro brillaba como la misma noche, era tan hermoso como el ángel de la muerte.

-No puede ser -volvió a repetir Tomas, ahora frente a su enemigo.

-Ah, ¿no? Pues ya ves, estoy aquí, ante ti. He venido a cobrar mi deuda.

-Pero...pero... ¿ahora?

La criatura se giró, observando a todos los presentes.

-Pensaste que ya no iba a venir ¿verdad? -levantó la mano y apuntó a los supervivientes con el dedo índice -todos pensasteis que no volvería, pero ya veis, aquí estoy, listo para reclamaros lo prometido.

-Pero ¿Por qué has tenido que matar a Charles?

La criatura volvió a mirar fijamente a Tomas.

-Su deuda ya está saldada -dijo con una terrible crueldad.


Clara abrazó al pobre Charles, sin soltar la mano de la herida, susurrándole palabras de consuelo al oído. Pudo notar el momento exacto en el que su corazón dejó de latir.


Un sollozo escapó de sus labios, llamando la atención de aquel ser malvado.

-Oh... ¿Qué tenemos aquí? -dijo al darse cuenta de que la muchacha estaba arrodillada en el suelo, abrazando al hombre asesinado -Menudo placer para la vista.

-¡NO! -gritó Tomas mientras avanzaba y se ponía entre Clara y la bestia -No te acerques a ella.

-Y quién me lo va a impedir ¿Tú?

Para reafirmar sus palabras pasó al lado de Tomas, sin que este pudiera hacer nada por impedírselo. La criatura se arrodillo frente a Clara, le puso las manos en la barbilla y la obligó a mirarle a los ojos. Clara sintió un escalofrío al notar esos dedos congelados tocando su piel. Miró sus ojos, azules, tan azules y fríos como un día de invierno sin nubes en el cielo.

-Hola preciosa.

-No, Kaesios, te lo suplico.

Kaesios soltó delicadamente a la chica y se puso en pie.

-No provoques mi ira Tomas. Hace muchos años que hicisteis una promesa, es muy triste que la hayáis olvidado, sobre todo, cuando os reunís tan a menudo para recordar aquellos días. ¿Crees que no lo sé? ¿A caso creéis alguno que alguna vez he dejado de vigilaros? La respuesta obviamente, es no.

Todos estaban petrificados, mirando aquel ser con temor y reverencia. Sabían que si él decidía matarlos, ninguno tendría escapatoria, tal era su fuerza y poder.

-Ella no tiene nada que ver con esto. ¡Ni si quiera había nacido en aquella época!

Kaesios se giró nuevamente hacia la muchacha que seguía arrodillada en el suelo, con las manos manchadas de sangre. La única, pensó, que se había decidido a ayudar.

-La quiero a ella.

-¡NO! -gritó Tomas -¡No! No puedes, ella es inocente.

-Eso no tiene importancia Tomas, un trato es un trato.

-Ella no entra en el trato.

-Su vida, a cambio de la vuestra -dijo tranquilamente Kaesios.

-Jamás, antes deseo mi muerte.

-Es por eso que hoy estamos todos aquí Tomas, porque no deseabais la muerte. Yo os prometí una vida larga y tranquila, he cumplido mi parte.

-Kaesios, te lo suplico...

-¡Dásela Tomas! -gritó John -Es su vida a cambio de la de muchos.

-¡Es mi hija John! Ella no debe pagar por nuestros pecados ¿Entregarías tú a tus hijos?

John se quedó callado unos instantes, mirando fijamente a Kaesios.

-Si con ello salvo al resto, sí.

Un murmullo ahogado indundó la sala.

-¡No serías capaz! -gritó su esposa Elena -No puedo creer lo que acabas de decir.

-Silencio Elena, es a Clara a quién desea -le silenció su marido.

-Esto comienza a ser divertido -anunció Kaesios -si dices la verdad John, ahora lo veremos...

Y se acercó lentamente hacia los hijos de John, una chica de más o menos la edad de Clara y un chico un poco mayor. Ambos estaban inmóviles, aterrados ante la mirada asesina de Kaesios.

John abrió mucho los ojos debido a la sorpresa y al terror. Abría y cerraba la boca como un pez sin soltar palabra, sin embargo, no se movió. Fue su esposa la que echó a correr y se interpuso entre sus hijos y aquella bestia.

Kaesios soltó una carcajada que hizo estremecer a Clara.

-Ya veo... siempre fuiste un cobarde John, y ahora puedo comprobar que no tienes alma...  -comentó Kaesios -Te dejé vivir gracias a Tomas y hoy lo traicionas, incluso traicionas a tu esposa y a tu sangre. Eres un malvado, me recuerdas mucho a mi.

John bajó la mirada al comprobar el desprecio que veía en los ojos de todos los que le rodeaban, incluido sus hijos.

-Bien, soldados de los días oscuros, yo tengo toda la eternidad, pero deseo ocupar mi tiempo en otras cosas más provechosas, debemos terminar con esto pronto. Mi paciencia tiene un límite.

Tomas alzó los ojos suplicantes hacia Kaesios.

-No es justo que pague yo por todos Kaesios, todos contribuimos una deuda, todos debemos pagar, no solamente yo.

Kaesios se llevó un dedo a la barbilla y simuló pensar.

-Creo que tienes razón Tomas, no sería justo. Debemos encontrar otra solución. Que os parece, me quedaré con uno de vuestros hijos, uno de cada uno y a cambio, os dejaré terminar vuestra miserable vida y daremos por saldada la deuda.

Las mujeres gritaron con terror. Los hombres se miraron entre si. Si Kaesios tomaba esa decisión, no había nada que hacer.

-¿Y si yo no deseo ir? -preguntó Clara, poniéndose en pie.

Kaesios la miró lentamente, sus labios se levantaron en la comisura, anunciando el comienzo de una sonrisa.

-Puedo hacer que vengas por voluntad propia.

-¡Jamás! -afirmó ella.

Nadie le vio moverse, pero en un parpadeo tenía a Tomas sujeto por el cuello, y sus pies se movían a centímetros del suelo. El hombre sujetó con fuerza la mano de Kaesios, intentando aflojar su agarre, algo imposible.

-Tú decides. Si vienes tu padre vive, en cambio si decides no venir conmigo, tu padre morirá... debes elegir deprisa, el tiempo de tu padre se termina...

Clara miró a los ojos de su padre con terror, él no podía hablar y su rostro comenzaba a cambiar de color. Unas lágrimas brotaron de los ojos de la muchacha. Agachó la mirada y suspiró.

-Iré.

En ese mismo instante Kaesios soltó a Tomas, que cayó al suelo brutalmente, llevándose las manos al cuello y respirando ansiosamente.

-Si llego a saber esto Kaesios, habría muerto aquel día. -dijo con apenas un hilo de voz.

Kaesios sonrió.

-Pero elegiste vivir, aún sabiendo que si hacías tratos con alguien como yo, siempre saldrías perdiendo.

                                                                                                ©Arman Lourenço Trindade





19 comentarios:

  1. Arman vaya con el relato, super interesante!!!! Me has dejado asombrada, qué imaginación!!!
    Deseando leer más!!!

    Besos!!

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    1. Mi querida plumilla, siempre es un placer que te gusten mis historias, estoy ansiosa por ver con que nos sorprendes tú ;)
      Besazos!!

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  2. Qué historia! esperaremos para ver como sigue :)
    Un besote!!

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  3. O.o ¡¡Impresionante historia!! Desde luego, la comencé a leer algo receloso, pero según iba continuando, mi vista fue incapaz de despegarse de las palabras que se sucedían.
    Es una idea muuuy interesante y como habrás de comprender... Estoy expectante para conocer la siguiente parte (porque me parece que esto va para mucho)[aunque las historias cortadas no le gusten a alguien que yo me sé].

    Sigue así, que ya me tiene a mí como lector de esta historia ^.^

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  4. Es un relato estupendo, es genial y muy adictivo, ya os lo decía yo, cuando me dijo que me pasara a leerlo quise que continuase, lo malo es que vamos a tener que esperar unos días para saber la continuación...en fin, espero que no se nos haga muy larga la espera... Y sigáis disfrutando del contenido del Blog... Cariñines Plumiferos a tod@s!!!

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    1. Menos mal que siempre te tengo a ti para subirme la moral, que haría yo sin mi maravillosa plumilla?
      Estoy segura de que tu relato será estupendo, genial y adictivo. Te lo digo yo ;)
      Besazos!!

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  5. O.o ¡¡Impresionante historia Arman!! He de decir que comencé a leerla de manera recelosa, pero con cada palabras que fluía delante de mis ojos, no pude más que engancharme a la escena que se estaba desarrollando. (desde luego, muy bien descrita, porque al "demonio" lo he imaginado a la perfección moviéndose por la estancia).

    Desde luego, solo puedo decir, sigue así, pues creo que esta historia te va a dar para mucho (aunque me sé de alguien a quien las historias por partes no le caen bien).

    Conmigo ya tienes un lector asiduo. En serio, Sigue así.
    ¡Besos!

    Antonio Neftalí José

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    1. Bueno, bienvenido al grupo de los lectores por partes, aunque yo soy una de esas personas a la que las historias por partes no me caen bien jeje pero esto es lo que tiene intentar escribir un relato corto y ver que puede ser algo más, pero así sabrás lo que yo siento cuando terminas un capítulo y tengo que esperar semanas (un montón) para poder saber como continúa ;)
      Me tendrás que explicar tu recelo inicial, ya sabes que me interesa todo lo que piensas, siempre aprendo de los comentarios e ideas que me podáis dar para mejorar el relato. Gracias por leerme.
      Nos leemos.
      Un besazo

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  6. ¡Cómo se te ocurre! ¡Cómo se te ocurre dejarme así, sin más! ¿Cuándo es el próximo capítulo?

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    1. Mi querida María, que gusto verte por aquí!!! Un besazo enorme!!

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  7. ¡Wow! ¡Vaya comienzo! Me gustó mucho, Arman, y me has dejado con ganas de saber más, mucho más.
    Cariños.

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  8. Estoy con María, Arman, esto no se hace, ¿y ahora? Te felicito por la tremenda imaginación que tienes, es impresionante, y me armaré de paciencia para leer la continuación.

    Un besazo.

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    1. jajajaja muchas gracias por tu comentario, espero no hacerte esperar mucho ;)
      Besazos!!

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  9. Te felicito por tu derroche de imaginación, Arman. Tienes mucho talento.
    ¡Yo también me he quedado con ganas de saber más!
    Espero la continuación con ansia.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Muchas gracias!!! Pues nos leemos entonces ;) Me alegra que te guste.
      Besazos!!!

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  10. Menuda imaginación que gastas, me encanta, ya quiero saber mas

    Besos y abrazos

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    1. Muchas gracias, pues aquí nos leemos ;) Me alegra que te guste.
      Besazos!!

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